Atlético desea que se vaya el invierno

El “Decano” perdió la contundencia.

A CAMBIAR LA RACHA. “Pulguita”, es el único futbolista de los titulares que anotó durante esta pretemporada sin éxitos. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio A CAMBIAR LA RACHA. “Pulguita”, es el único futbolista de los titulares que anotó durante esta pretemporada sin éxitos. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
05 Agosto 2016
Si durante el Torneo de Transición pasado Atlético vivió un amor de primavera en pleno otoño en el hemisferio sur, esta interminable pretemporada de sinsabores que lo acecha no es más que una pesadilla que transcurre en pleno invierno siberiano y sin abrigo que le ayude a enfrentar el frío.

No le sale una al equipo conducido por Juan Manuel Azconzábal, en cuanto a fútbol se trata. El mayor ejemplo de ello son los amistosos. El peor, claro, el clásico del miércoles, aún calentito tras el 0-3 catalogado de catástrofe por haber sido en el propio estadio Monumental. Atlético volvió a sufrir las de Caín en un encuentro preparatorio. La culpa fue suya, independientemente de las virtudes del “Santo”.

Controló la pelota, sí; manejó el encuentro, sí; pero no marcó y se dejó lastimar como a quien le roban la sortija en la calesita, por despistado y porfiado. No hubo coordinación. Ni adelante, ni en el medio campo, ni atrás. Falló el equipo entero en la definición, cuando atacó y cuando debió defenderse atacando.

Juan Manuel Azconzábal presagió que en algún momento podría llegar el famoso invierno. Mejor ahora y no en pleno campeonato. “Dije hace dos meses que el invierno no llegó, está tardando”, había dicho el “Vasco” en mayo pasado, días antes de jugársela en el Parque de la Independencia contra Newell’s, en lo que fue el duelo que lo dejó afuera de un choque eliminatorio contra Godoy Cruz por el repechaje de la Libertadores 2017.

Desde fines de 2014 hasta el final del campeonato de la A pasado Atlético demostró por qué logró el ascenso a Primera y por qué fue protagonista del torneo de elite en su primera campaña. ¿Qué es lo que se trabajará hasta el hartazgo para no caer en el bajón anímico? En las decisiones que se toman en la cancha. “No fueron bien tomadas a la hora de definir”, recalcó el entrenador cuando hizo mención de las oportunidades que dispuso su plantel.

Azconzábal continuó hablando de esa cuestión que le preocupa: “tuvimos ocho situaciones de gol claras y el rival, sin proponérselo, de contra, nos mete dos goles... Y después el tercero. Estás cosas son para corregir ahora. Da bronca que pasó en un clásico”, prosiguió.

Si hubo aspectos positivos, por respeto al resultado el DT prefirió no mencionarlos. Porque como aseguró: “el fútbol es resultado, por eso hace dos años que estamos acá. Perder te obliga a mejorar rápidamente”. Atlético está obligado a redimirse en La Ciudadela. Un triunfo es lo que necesita. A como dé lugar. Lo necesita la gente, lo necesita el equipo. Lo necesita el cuerpo técnico.

Volver a empezar

La tranquilidad de los delanteros está en que sí crean oportunidades para marcar. Sin embargo, el temor a fallarlas, aumenta. Concretaron apenas una chance en los amistosos que jugaron. Fue Luis Rodríguez frente a Brown de Lules, de penal, en un match de 45 minutos. Ni en Salta (Defensores de Belgrano, por Copa Argentina), ni en Buenos Aires (Arsenal y Quilmes), ni en Tucumán.

¿Comenzará a girar una nueva rueda de trascendidos por refuerzos? No. Se seguirá el plan al pie de la letra. Lo que sí debe de modificarse es la cabeza de los protagonistas. Sin paciencia, será muy complicado llegar a ese paraíso llamado gol. El domingo, en Bolívar y Pellegrini un nuevo desafío se avecina.

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