Tras la huella histórica de Mama Antula

Religiosas y laicos destacan la figura de Mama Antula, su perfil de misionera y su vínculo con los hombres de Mayo

DEVOCIÓN. La beatificación de Mama Antula convocó este fin de semana a fieles de toda la Argentina a la capital santiagueña. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll DEVOCIÓN. La beatificación de Mama Antula convocó este fin de semana a fieles de toda la Argentina a la capital santiagueña. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll
29 Agosto 2016

(De nuestra enviada especial, Magena Valentié) .- “Mama Antula fue una mujer que preparó el corazón de los que lucharon por la Independencia argentina, porque ella estuvo en contacto con los primeros generadores de la nación Argentina”, sostiene con orgullo la superiora general de la congregación Divino Salvador madre Zulema Zayas. “Justamente en estos días estoy transcribiendo una carta que Cornelio Saavedra le escribe a ella contándole los trámites que hacía para la fundación de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, que hoy es monumento histórico nacional”, cuenta la religiosa, que presidió un contingente de 11 hermanas de Buenos Aires que vinieron a la beatificación, que se concretó el viernes en Santiago del Estero.

“Mama Antula fue una peregrina y una misionera, una mujer que llevó a Dios en un momento difícil de la política, de la sociedad y de la Iglesia porque habían sido expulsados los jesuitas y sintió la orfandad del pueblo, por eso ella quiso responder a esa realidad. Ese es el rol de los cristianos de hoy, responder con una fe viva, como lo hizo ella para de poder llevar a Dios al corazón de todos”, reflexiona la hermana.

“Llevar la causa adelante no sólo fue muy difícil porque no había ningún estudio clínico científico sino porque también hubo otros contratiempos, se perdió documentación en Roma y en Buenos Aires, hubo varios cambios de posturas, y así fue quedando. La verdad es que no esperábamos que llegara este momento”, cuenta la superiora de la congregación. Explica que la causa fue iniciada por la congregación en 1905, y que el ex cardenal Jorge Bergoglio la reactivó en 1995. “Desde ahí se fueron acelerando los procesos”, cuenta.

La congregación Divino Salvador cuenta con siete colegios. Aunque no es jesuita comparte la espiritualidad ignaciana. “Nuestra fundadora es María Antonia de San José porque ella funda una Casa de Ejercicios Espirituales y una beatería, que era una casa de mujeres consagradas, luego se convierte en congregación. Nuestro carisma es la promoción de los ejercicios espirituales”, explica la religiosa.

La orgullosa línea tucumana de la beata

En tiempos de Mama Antula, más precisamente en 1730 que fue el año en que ella nació, Santiago del Estero pertenecía a la región del Tucumán. Su familia paterna gozaba de gran prestigio en el lugar y en el que luego sería el Virreinato del Río de la Plata. Cuenta el abogado Manuel García Fernández, diplomado en genealogía y heráldica, que María Antonia estaba emparentada con la familia Aráoz, concretamente con Alfredo Guzmán y su señora Guillermina Leston de Guzmán y con muchas otras como los Tula Molina, Méndez Valladares, Fagalde Remis y Frías Silva.

“En Tucumán María Antonia delegó en su prima Josefa de Paz y Figueroa la tarea de llevar adelante la casa de ejercicios espirituales, cosa que esta última hizo con gran eficacia durante años. Doña Josefa estaba casada con Diego Aráoz del Campo y tuvieron, hasta donde sabemos, seis hijos por lo menos. En mi caso y por línea materna, desciendo directamente de dos de ellos: Francisco Javier y de Pedro Antonio Aráoz de Paz y Figueroa”, cuenta García Fernández. Próceres como Juan Bautista Alberdi, Gregorio Aráoz de Lamadrid, el gobernador Benjamín Aráoz, don Miguel Moisés Aráoz quien fuera Obispo de Berissa, Lucía Aráoz de López , el congresal de la independencia Pedro Miguel Aráoz y muchos otros, descienden de esta rama.

Otra importante rama de los Paz y Figueroa tucumanos fue la de don Juan Bautista de Paz y Figueroa y su mujer Plácida Pereyra Mariño, cuyos descendientes fueron entre otros el doctor Marcos Paz, quien llegó a presidir la Nación y el dos veces presidente del país, el general Julio Argentino Roca, explica García Fernández. El ex gobernador de Tucumán Manuel Paz, casado con Dorotea Terán Alurralde (también antepasados del abogado) era del mismo linaje al que perteneció Mama Antula. Pero además, los parentescos y entronques de los Paz Terán son muy cercanos con los de la beata María Antonia, por lo cual se los considera dentro de la misma “familia extendida” a partir de la conquista y la colonia, considera.

“El Padre Gaspar Juárez (Baviano) jesuita santiagueño quien sufrió la expulsión de su orden en 1767, también estaba vinculado por lazos parentales y religiosos a la beata. Mi apellido compuesto materno, Juárez Aráoz, se enlaza con ambos personajes jesuíticos por varios motivos genealógicos.

Este formidable jesuita, gran sabio y botánico de su época como fue don Gaspar Juárez, es un interesantísimo personaje colonial de nuestra historia, con quien Mama Antula intercambió fluida correspondencia epistolar cuando éste ya se hallaba instalado en Italia luego de la expulsión de su orden. Ese intercambio epistolar es una fuente importante para entender la parentela de la beata”, dice García Fernández.

Además de descendiente, Manuel García Fernández es un ferviente devoto de Mama Antula. “Gracias a su intercesión mi hijo menor, diagnosticado con autismo, ha mejorado muchísimo desde que se lo encomendamos”, reconoce el joven estudioso.

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