05 Septiembre 2016
DOMINGO FELIZ. Núñez jugó ayer más de 18 hoyos. Primero terminó la ronda tres y después la cuatro, hasta consagrarse PGA TOUR
Una imagen en su perfil de Whatsapp ejemplifica lo que horas antes supo controlar: la presión. Nada detuvo a Augusto Núñez en su anhelo de conseguir el título más importante de su carrera. Nada ni nadie detuvo al tucumano en Nicaragua. Nada ni nadie puedo contra él en el PGA Latino.
Fue su torneo, el que le costó mucho ganar; el que borró el mal trago de México (perdió en playoff). “Cucho”, como lo conocen sus amigos del circuito y del Jockey Club, fue el último del grupo de rentados en finalizar la vuelta final del Flor de Caña Open, jugado en Guacalito de la Isla. Sus rivales directos miraban al cielo y esperaban que fallara el putt de la verdad. Era su chance de ir al playoff. Pero no. A Núñez no le tembló el pulso. “Estuve un poco nervioso en el primer putter, no en el segundo”, le dijo entre risas el ya campeón a LG Deportiva.
Núñez embocó la pelota donde correspondía, hizo par y no pudo más con su genio. Se quebró de la emoción. Rodillas al suelo, gorra a un costado y a llorar. “Fue el torneo de mi vida”, reconoció tras recibir el premio mayor de U$S 31.500 dólares que no lo convirtió no en millonario sino en el N° 1 de la Orden de Mérito del PGA Latinoamérica. De Tucumán para el mundo.
Significa que a falta de nueve torneos, Núñez quedó muy bien colocado de cara a quedarse con uno de los cinco lugares que le garantizarán la membresía directa al Web.com Tour, el segundo circuito golfístico más importante del mundo, después del PGA Tour.
Fue de palo y palo la ronda final, al punto de que Núñez debió apelar a una precisión milimétrica para ganar. Firmó una performance notable de 65 golpes (-7), para totalizar un global de 259 (-25).
Incluso, ayer mismo debió terminar la ronda tres, casi al alba. Lo hizo en gran forma (64, -8) y así se aseguró salir en el último grupo, junto al puntano Emilio Domínguez, líder parcial, y el estadounidense Eric Steger, escolta.
Lo que siguió en la ronda decisiva fue un vaivén entre el trío que cerraba la cancha. El que hacía birdie, sacaba una luz de ventaja, y así sucesivamente. Núñez vio la luz de ventaja sobre el cierre.
Un águila en el par 5 del 16 le dieron tres golpes de ventaja. Sin embargo, insólitamente, en el 17 Domínguez y Steger hicieron águila en el par 4 y le pusieron picante al final. Pero Núñez estaba decidido a ganar. Y lo hizo.
Fue su torneo, el que le costó mucho ganar; el que borró el mal trago de México (perdió en playoff). “Cucho”, como lo conocen sus amigos del circuito y del Jockey Club, fue el último del grupo de rentados en finalizar la vuelta final del Flor de Caña Open, jugado en Guacalito de la Isla. Sus rivales directos miraban al cielo y esperaban que fallara el putt de la verdad. Era su chance de ir al playoff. Pero no. A Núñez no le tembló el pulso. “Estuve un poco nervioso en el primer putter, no en el segundo”, le dijo entre risas el ya campeón a LG Deportiva.
Núñez embocó la pelota donde correspondía, hizo par y no pudo más con su genio. Se quebró de la emoción. Rodillas al suelo, gorra a un costado y a llorar. “Fue el torneo de mi vida”, reconoció tras recibir el premio mayor de U$S 31.500 dólares que no lo convirtió no en millonario sino en el N° 1 de la Orden de Mérito del PGA Latinoamérica. De Tucumán para el mundo.
Significa que a falta de nueve torneos, Núñez quedó muy bien colocado de cara a quedarse con uno de los cinco lugares que le garantizarán la membresía directa al Web.com Tour, el segundo circuito golfístico más importante del mundo, después del PGA Tour.
Fue de palo y palo la ronda final, al punto de que Núñez debió apelar a una precisión milimétrica para ganar. Firmó una performance notable de 65 golpes (-7), para totalizar un global de 259 (-25).
Incluso, ayer mismo debió terminar la ronda tres, casi al alba. Lo hizo en gran forma (64, -8) y así se aseguró salir en el último grupo, junto al puntano Emilio Domínguez, líder parcial, y el estadounidense Eric Steger, escolta.
Lo que siguió en la ronda decisiva fue un vaivén entre el trío que cerraba la cancha. El que hacía birdie, sacaba una luz de ventaja, y así sucesivamente. Núñez vio la luz de ventaja sobre el cierre.
Un águila en el par 5 del 16 le dieron tres golpes de ventaja. Sin embargo, insólitamente, en el 17 Domínguez y Steger hicieron águila en el par 4 y le pusieron picante al final. Pero Núñez estaba decidido a ganar. Y lo hizo.
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