19 Noviembre 2016
EN EQUIPO. La grúa de EDET asiste a los municipales que cortan por etapas los árboles que serán reemplazados. LA GACETA 7 FOTO DE OSVALDO RIPOLL.-
Los yerbabuenenses que pasaron ayer por la avenida Perón se sorprendieron. Hubo quienes sacaron fotos, las subieron a las redes sociales y preguntaron qué era lo que estaba ocurriendo ahí. Algunos aplaudieron. Otros fruncieron el ceño y se quejaron. En el suelo yacían, inertes, decenas de troncos de árboles. Y en el horizonte el paisaje había cambiado, con tramos de cielos despejados donde antes había copas. La Municipalidad de esa ciudad empezó una campaña de poda de los árboles más deteriorados.
La semana que viene continuarán con la avenida Solano Vera -dijeron-. Justamente allí, el pasado viernes 11 murió Gustavo Guerrero, un niño de cinco años, cuando el transporte escolar que lo llevaba al jardín de infantes fue aplastado por un eucalipto, que cayó a su paso. “Esa especie no es recomendada para las ciudades, debido a su tamaño e inestabilidad”, explica Hernán Macedo, secretario de Servicios Públicos y Ambiente del municipio. Luego dice que la Empresa Distribuidora de Energía Eléctrica de Tucumán (EDET) colabora con sus grúas, pues se necesitan vehículos especiales.
-¿Esto tiene que ver con la tragedia de la semana pasada?
- Esas cuestiones empujan algunas decisiones. Si EDET no ponía sus materiales a nuestra disposición, nosotros no hubiéramos podido solos.
- ¿Qué árboles están podando? ¿Cuál es el criterio de selección?
- Por ahora, nos hemos enfocado en los eucaliptos y en otros ejemplares que están enfermos. Y elegimos estas dos calles porque tienen mucho tránsito. Eso hace que los riesgos sean mayores. Si tuviéramos más recursos, sacaríamos todos los eucaliptos.
- ¿Las extracciones incluirán las raíces?
- En esta instancia, no estamos en condiciones de sacar las raíces; es un trabajo complejo. Se cortarán los troncos al ras del suelo; quedarán imperceptibles.
- ¿Cuándo y cómo será la reforestación?
- El mismo lunes arrancamos con eso. Pondremos lapachos, fresnos y otros árboles de porte intermedio, que son los aconsejables para las áreas urbanas. Algunos de los eucaliptos que estamos sacando, por ejemplo, tienen problemas de estabilidad visibles. La mayoría no ha sido mantenida en los últimos 10 años, y ha tenido un crecimiento desproporcionado.
- ¿Cómo cree que ha reaccionado la gente?
- A nadie le gusta que se retire un árbol. Entiendo el malestar. Pero también tenemos que ser criteriosos al plantar. Hoy, calculo que tenemos más de 200 casos de árboles muertos en pie. Y eso ha ocurrido porque se pusieron especies que no son aptas.
- ¿Ha habido más pedidos de podas?
- Sí. Después del viernes, muchos vecinos han hecho solicitudes. Se los atenderá en función de la gravedad de los casos. No podemos salir a matar a todos los árboles por una situación de psicosis.
El último censo del arbolado urbano de Yerba Buena se hizo en 2013. Por aquel entonces, únicamente en el área con mayor consolidación del tejido urbano se habían contabilizado 17.024 árboles. En promedio -consignaron en ese padrón-, cada 7,3 metros había una planta.
Aunque no ha habido otro censo formal, Macedo dice que el área a su cargo ha actualizado esa cifra, y han relevado al menos 30.000 unidades, puesto que han incluido otros sectores que habían quedado afuera de aquel conteo, como la zona de El Bernel y la localidad de San José. “Cada año, debería renovarse al menos el 1% de ese total, que se supone que es el porcentaje de árboles que ha cumplido su ciclo. Pero ese trabajo no se ha hecho en esta ciudad en los últimos 10 años, al menos. Si tomamos esas cifras, tendríamos que podar y plantar unos 300 unidades cada año”, argumenta.
El jefe de Gabinete, Manuel Courel, añade que, unas semanas antes del accidente del pasado viernes 11, le habían solicitado al Ministerio del Interior de la Nación un subsidio para comprar una grúa de más de 20 metros de altura, para usarla en el mantenimiento de los árboles y del alumbrado público. “La Municipalidad no cuenta con un vehículo de esas características”, subraya.
Las especies más frecuentes en Yerba Buena son el fresno, el liquidámbar, el lapacho, el falso alcanfor, el crespón, el tarco y la morera. Entre las desaconsejadas para plantar en el área urbana están eucaliptos, casuarinas, cedros, cipreses, gomeros, pinos, sauces y álamos, entre otras.
La semana que viene continuarán con la avenida Solano Vera -dijeron-. Justamente allí, el pasado viernes 11 murió Gustavo Guerrero, un niño de cinco años, cuando el transporte escolar que lo llevaba al jardín de infantes fue aplastado por un eucalipto, que cayó a su paso. “Esa especie no es recomendada para las ciudades, debido a su tamaño e inestabilidad”, explica Hernán Macedo, secretario de Servicios Públicos y Ambiente del municipio. Luego dice que la Empresa Distribuidora de Energía Eléctrica de Tucumán (EDET) colabora con sus grúas, pues se necesitan vehículos especiales.
-¿Esto tiene que ver con la tragedia de la semana pasada?
- Esas cuestiones empujan algunas decisiones. Si EDET no ponía sus materiales a nuestra disposición, nosotros no hubiéramos podido solos.
- ¿Qué árboles están podando? ¿Cuál es el criterio de selección?
- Por ahora, nos hemos enfocado en los eucaliptos y en otros ejemplares que están enfermos. Y elegimos estas dos calles porque tienen mucho tránsito. Eso hace que los riesgos sean mayores. Si tuviéramos más recursos, sacaríamos todos los eucaliptos.
- ¿Las extracciones incluirán las raíces?
- En esta instancia, no estamos en condiciones de sacar las raíces; es un trabajo complejo. Se cortarán los troncos al ras del suelo; quedarán imperceptibles.
- ¿Cuándo y cómo será la reforestación?
- El mismo lunes arrancamos con eso. Pondremos lapachos, fresnos y otros árboles de porte intermedio, que son los aconsejables para las áreas urbanas. Algunos de los eucaliptos que estamos sacando, por ejemplo, tienen problemas de estabilidad visibles. La mayoría no ha sido mantenida en los últimos 10 años, y ha tenido un crecimiento desproporcionado.
- ¿Cómo cree que ha reaccionado la gente?
- A nadie le gusta que se retire un árbol. Entiendo el malestar. Pero también tenemos que ser criteriosos al plantar. Hoy, calculo que tenemos más de 200 casos de árboles muertos en pie. Y eso ha ocurrido porque se pusieron especies que no son aptas.
- ¿Ha habido más pedidos de podas?
- Sí. Después del viernes, muchos vecinos han hecho solicitudes. Se los atenderá en función de la gravedad de los casos. No podemos salir a matar a todos los árboles por una situación de psicosis.
El último censo del arbolado urbano de Yerba Buena se hizo en 2013. Por aquel entonces, únicamente en el área con mayor consolidación del tejido urbano se habían contabilizado 17.024 árboles. En promedio -consignaron en ese padrón-, cada 7,3 metros había una planta.
Aunque no ha habido otro censo formal, Macedo dice que el área a su cargo ha actualizado esa cifra, y han relevado al menos 30.000 unidades, puesto que han incluido otros sectores que habían quedado afuera de aquel conteo, como la zona de El Bernel y la localidad de San José. “Cada año, debería renovarse al menos el 1% de ese total, que se supone que es el porcentaje de árboles que ha cumplido su ciclo. Pero ese trabajo no se ha hecho en esta ciudad en los últimos 10 años, al menos. Si tomamos esas cifras, tendríamos que podar y plantar unos 300 unidades cada año”, argumenta.
El jefe de Gabinete, Manuel Courel, añade que, unas semanas antes del accidente del pasado viernes 11, le habían solicitado al Ministerio del Interior de la Nación un subsidio para comprar una grúa de más de 20 metros de altura, para usarla en el mantenimiento de los árboles y del alumbrado público. “La Municipalidad no cuenta con un vehículo de esas características”, subraya.
Las especies más frecuentes en Yerba Buena son el fresno, el liquidámbar, el lapacho, el falso alcanfor, el crespón, el tarco y la morera. Entre las desaconsejadas para plantar en el área urbana están eucaliptos, casuarinas, cedros, cipreses, gomeros, pinos, sauces y álamos, entre otras.