Las lluvias agudizan el deterioro de los caminos

Tucumán todos los años enfrenta veranos lluviosos que ponen de manifiesto la fragilidad de los caminos, sobre todo rurales, por los que no se puede circular mientras dure el período de lluvias. Cuando concluya este período lluvioso es necesario que las maquinarias ingresen para repararlos, de tal manera que los caminos tengan condiciones de transitabilidad necesarias.

Las últimas noticias que se observan en los medios de Tucumán y principalmente en nuestro diario LA GACETA son, en general, referidas a los inconvenientes que vienen originando las últimas lluvias que se vienen dando en diversas zonas de la provincia, y de los estragos que se dieron por lo excesivo del agua caída, después de un tiempo en que la irregularidad y la falta de lluvias era casi una constante en el campo tucumano. A raíz de este comportamiento climático, la gran cantidad de agua caída siguió provocando, no solo anegamientos y escorrentías en los campos, sino que siguió provocando daños y roturas de los ya deteriorados caminos y rutas que sirven para la logística que los productores necesitan.

Realmente, el estado de los caminos sigue siendo deplorable y la falta de conservación es casi total, salvo en aquellas rutas nuevas como la Nueva Ruta 38 alternativa al sur y la ruta que se dirige a Burruyacu. No solo la mala conservación se da en los caminos rurales, sino también de las rutas secundarias y primarias en algunos casos.

Por la fecha de marzo en la que todavía estamos, faltan muchos días para el inicio de las cosechas de limón, caña de azúcar y granos, por lo que desde el estado se puede trabajar para poder repararlas antes de este tiempo.

Los productores manifiestan que el deplorable estados de rutas y caminos no solo afectará el desenvolvimiento normal de la cosecha de las principales actividades productivas de la provincia, sino que el costo de los fletes puede ser aumentado por el riesgo que tiene el transporte de romperse más fácilmente por el mal estado de los caminos.

Hay que tener en cuenta que la producción agropecuaria provincial es importante, con una producción de limón con más de 35.000 hectáreas y más de 300.000 toneladas de fruta fresca destinada a la exportación y más de 1,1 millón de toneladas de fruta destinada a la industria. La producción cañera es la más importante económicamente hablando en Tucumán, con más de 270.000 hectáreas que producen 1,6 millón de tonelada de azúcar, por lo que hay que transportar por las rutas y caminos valores mayores a las 16 millones de toneladas de caña con destino a los trapiches de los ingenios.

En granos se sobrepasaron las 200.000 hectáreas en soja con valores que rondan las 600.000 toneladas, el maíz con 70.000 hectáreas y unas 400.000 toneladas y el trigo, en el invierno, con un promedio, ahora, mayor a las 100.000 hectáreas.

Por ello, se requiere de una gran cantidad de camiones para salir de los campos y dirigirse a los diferentes destinos de acopio e industrias.

El mal estado de los caminos y las rutas para circular adecuadamente viene ocurriendo desde hace varias campañas, y con las lluvias que ocurrieron esta semana de marzo la red caminera es un desastre.

Fragilidad vial

Tucumán, todos los años, enfrenta veranos lluviosos que ponen de manifiesto la fragilidad de los caminos, sobre todo rurales, que no se puede circular mientras dure el período de lluvias. Lo peor es que muchos caminos del campo tucumano funcionan como verdaderos ríos, sacando toda el agua caída, lo que demuestra que las obras de desagües casi no existen.

Cuando este período lluvioso termine, es necesario que ingresen maquinarias para repararlos y que los caminos tengan condiciones de transitabilidad para mover producciones y personas.

Esto muchas veces no sucede y los caminos están siempre en malas condiciones y el movimiento vehicular se complica profundamente.

En Tucumán existen dependencias del estado que deben mantener correctamente transitables los caminos, como Vialidad provincial, los municipios y las comunas rurales, pero en muchos lugares de la provincia el mantenimiento de la red terciaria directamente no se hace.

El área productiva provincial necesita unos 3.000 km de caminos rurales en condiciones para tener una perfecta conectividad. En esto se debe trabajar para determinar, con capacidad y rigor técnico, cuáles son esos caminos terciarios y darle a su ensanche y mantenimiento la prioridad que corresponde.

Diseño

Está claro que para que los caminos puedan soportar las escorrentías que todos los veranos suceden y cuyas aguas vienen de los campos cultivados, deben tener un ancho de banquinas suficiente que evite su deterioro, además de que las obras de mantenimiento en los ríos y arroyos y las obras a realizar de desagües deben ser prioritarias para los gobiernos, sin olvidarnos de la responsabilidad que tienen los productores de “manejar” sus campos para minimizar los daños que produce el agua dentro de sus predios.

Para ello debe trabajarse mancomunadamente, entre estado y productores, para mantener las vías de comunicación de acuerdo a las necesidades.

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