Las renuncias agravan un conflicto en Salud

Cruce de acusaciones entre la dirección del hospital de Concepción y los autoconvocados

TENSIÓN INTERNA. Médicos renunciaron a cargos jerárquicos en Concepción. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll TENSIÓN INTERNA. Médicos renunciaron a cargos jerárquicos en Concepción. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll
20 Marzo 2017
Un nuevo foco de conflicto se instaló en la salud pública tucumana. Esta vez, algunos médicos del hospital de Concepción expresaron su malestar por las condiciones en las que trabajan y se quejaron de la dirección que el centro asistencial tomó desde el cambio de gestión. Adriana Bueno, titular del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas), advirtió que en el último tiempo los jefes de departamentos de Emergentología, Neonatología, Maternidad, Terapia Intensiva y Laboratorio Bioquímico presentaron su renuncia por falta de acuerdo con la nueva Dirección.

Según la referente de los autoconvocados, al desmantelamiento de las jefaturas se suma también la falta de nombramientos en la dirección de áreas como Cirugía, Traumatología, Cardiología, Consultorios Externos e Infectología.

El centro asistencial es hoy conducido por Gilda Gómez (directora), Aida Carrizo (subdirectora) y Amelia Rodríguez (directora técnica). La directora del hospital admitió las renuncias, aunque afirmó que los profesionales alegaron “motivos personales”. “Se habló con las personas y se respetó la decisión, si renunciás a un cargo es por alguna situación con la cual no te sientes en condiciones de desempeñarte”, señaló Gómez, quien negó los maltratos que el gremio del Sitas denuncia. “Yo estoy muy preparada para trabajar y tengo mucho respeto por la gente y los colegas. Algunos gremios han tomado la palabra persecución porque hay un mayor control de horarios y de permanencia en los lugares de trabajo que antes no se hacía”, adujo la directora.

La sindicalista Bueno, en cambio, no cree en esa versión. “La forma siempre fue la torpeza y la imposición”, y calificó de “dudoso” el historial laboral de la actual directora. “Ella era obstetra del hospital de Aguilares pero se hizo muy mala fama ahí, después vino acá (por el hospital de Concepción) para ser jefa de Maternidad en 2007, la obligaron a renunciar en el 2009 por mal desempeño y volvió a Aguilares hasta que en 2015 renunció diciendo que ‘la salud pública no era lo suyo, que en el privado le iba mejor’; de repente, era directora del hospital de Concepción, el mismo donde antes había renunciado”, reseñó.

Desde adentro

Julio Isa, ex jefe del Departamento de Emergentologia (uno de los jefes de área que presentó la renuncia en octubre del año pasado) y quien fue director durante dos períodos del hospital, coincidió con la titular del Sitas.

“Hay una falta de entendimiento pleno entre dirección y jefes de departamento para llevar adelante la conducción del lugar”, afirmó. “No hay apoyo, información, coherencia; son todas arbitrariedades y órdenes fuera de contexto porque la directora no conoce la realidad del hospital”, manifestó el médico, quien también denunció la suspensión de las reuniones del Consejo Asesor Técnico Administrativo (CATA) que, según la ley de Carrera Sanitaria, deben llevarse a cabo al menos una vez al mes. “Antes teníamos una por semana”, dijo. “Participábamos de los inconvenientes de todas las áreas, evaluábamos situaciones y nos colaborábamos entre nosotros para llevar adelante un verdadero equipo de conducción”.

La directora Gómez también negó que eso fuera cierto. “Tenemos reunión cada 15 días con los jefes de servicio y los coordinadores. Poner en marcha un servicio con trabajo y honestidad también puede afectar a algunas personas, si vienen derrochando recursos o haciendo un mal uso. Ahora tienen una dirección que los ayuda a optimizar los recursos y eso puede generar malestar”, se excusó.

Entre las ultimas renuncias también estuvo presente la de la coordinadora del laboratorio, Silvia Centurión. “Desde la Jefatura nosotros gestionamos, tenemos que estar en contacto permanente con la Dirección. Yo estoy renunciando a algo que logré con 35 años de carrera pero no puedo estar al lado de alguien que destruye mi laboratorio. Yo no voy a ser cómplice de eso, me quedaré trabajando de lo que soy (bioquímica) en el hospital”, expresó.

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