Los "Decanos" recibieron una inyección de buena onda

La práctica en el complejo José Salmoiraghi llegó a su fin. Los jugadores dejan la cancha principal del predio, allí donde acaban de intensificar su entrenamiento pensando en el partido del viernes y se dirigen a los vestuarios. El destino final es ese pero deberán hacer una escala en el consultorio médico.

No están allí los doctores del plantel sino dos mujeres con delantales blancos en el cuerpo y conservadoras a su lado. La misión de ellas es vacunar contra la fiebre amarilla a todo el plantel que emprenderá un viaje a Bolivia en menos de dos semanas y esta inmunización es requisito obligatorio para entrar.

“Dolió un poco. Yo les tengo miedo desde chiquito”, bromea José Méndez, uno de los que recibió la vacuna. El pinchazo fue corto y la gran mayoría lo hizo con una sonrisa, sobre todo al recibir la libreta amarilla que certifica la vacuna y que les permitirá ingresar al país vecino sin riesgo de contagio.

Pero no es este el único espíritu de la reglamentación que obliga a ponerse la vacuna. “Generalmente la exigen por dos situaciones: porque el virus circula en el país al que se ingresa o el que el país lo pide para que no lleven desde su lugar de origen”, explica Ricardo Cortés, responsable de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de la provincia.

Luego de ver como se vacunaron los jugadores, las especulaciones sobre quienes viajarán finalmente a Cochabamba no pueden elucubrarse porque los 29 jugadores que están en la lista de la Copa (falta Matías Ballini quien será operado de los ligamentos nuevamente) recibieron las dosis. Pablo Lavallén (quien también fue vacunado junto a su cuerpo técnico, parte del cuerpo médico y de los utileros) necesita a todos disponibles en caso de cualquier eventualidad que, dicho de sea paso, ya empezaron a sucederse con la lesión de Cristian Menéndez y los dolores de Luis Rodríguez.

Incluso la vacuna puede generar problemas. “Se trata de una vacuna viral atenuada y puede dar efectos secundarios pero la protección de la persona contra las consecuencias de las enfermedades es más importante”, reconoció Cortés.

Por eso (si es que se presentan efectos secundarios) es que Atlético decidió hacerlo con anticipación. Incluso más de la recomendada: según el propio Cortés, la dosis debe ser recibida al menos 10 días antes de ingresar al país en cuestión para que haga efecto.

Indicación más o contraindicación menos, se trató de una nueva e inédita experiencia para el plantel “decano”. Una más y sigue contando, desde que transita los caminos de la Copa Libertadores.

Uno se recupera, el otro empieza

Luego del ensayo liviano realizado el lunes por la tarde, ayer por la mañana, el preparador físico Hernán Puerta exigió a los jugadores de Atlético, en el complejo de Ojo de Agua.

A ella se sometió Luis Rodríguez, quien se perdió el duelo contra Temperley por unos dolores en el tobillo, según informaron desde el cuerpo médico. Lo bueno es que respondió positivamente y pudo vérselo pateando la pelota sin ningún tipo de problemas.

Diferente es lo que le tocó vivir a Cristian Menéndez. Justamente por esto es importante la recuperación del “Pulguita”. Tras el fuerte golpe recibido en el partido ante Temperley, el “Polaco” ya empezó la rehabilitación de su edema en el muslo derecho junto al kinesiólogo Patricio Peralta y pudo vérselos caminando alrededor de la cancha.

En el entrenamiento de hoy, Pablo Lavallén pondrá en cancha el equipo que enfrentaría a Gimnasia de La Plata, el viernes, a las 21, en el Monumental. Además del reemplazo de Menéndez (se estima que sería Rodríguez), el entrenador deberá resolver quien suplantará a Bruno Bianchi, suspendido por haber llegado a la quinta amarilla en el último partido. El paraguayo Enrique Meza Britez es el principal candidato.

El árbtiro para el duelo contra el “Lobo” fue sorteado ayer en AFA y finalmente será Facundo Tello.

El periplo ya está diagramado

Faltan 13 días para el partido ante Wilstermann por la fecha 3 del grupo 5 de la Copa Libertadores y así como el tema de la vacuna está resuelto, lo mismo sucede con la logística para el viaje. Los dirigentes de Atlético confirmaron que tienen todo listo para arribar a Cochabamba y lo más saliente es que volverá a ser por chárter, como lo hicieron en el mítico (y problemático) viaje a Quito, en Ecuador.

El club contrató un servicio de la empresa BOA, que casualmente es la aerolínea de bandera de Bolivia. El vuelo saldrá de Tucumán el lunes 10 (un día antes del partido) por la mañana y arribará sin escalas en Cochabamba, alrededor de unas dos horas más tarde.

En la ciudad del partido, el equipo se alojará en el Gran Hotel Cochabamba y es posible que lleve acabo un entrenamiento en la tarde de ese lunes 10 que arribe al lugar.

La vuelta a Tucumán (también de forma directa) está pautada para el mismo martes 11, apenas termine el partido ante el “Aviador”. Será entonces un viaje relámpago al país vecino, una forma de desgastar lo menos posible al plantel “decano”.

Tal como publicó LG Deportiva en su edición de ayer, los hinchas podrán ser parte del vuelo. Los pasajes (ida y vuelta) costarán 750 dólares y saldrán a la venta en las oficinas del club, en los próximos días.