17 Abril 2017
“Lo asesinaron para robarle la motocicleta”
El joven trabajaba como cosechero de limón. Ayer a la madrugada estaba empujando su rodado hacia la casa de una tía porque se había quedado sin combustible. Un adolescente de 16 años fue apuñalado en Famaillá y su familia denuncia que lo atacaron porque se resistió durante un asalto.
EN EL HOSPITAL. Familiares y amigos esperaban que los médicos entregaran los restos del adolescente asesinado. la gaceta / foto de antonio ferroni
Medio centenar de personas se agolparon ayer en el área de ingreso de ambulancias del hospital de Famaillá. Movían la cabeza de un lado a otro y repetían que no podían creer lo que había sucedido. Detrás de los policías que se apostaron allí para evitar cualquier tipo de problemas, y de una reja que se encontraba cerrada, estaban los familiares más cercanos de Nicolás Correa, un joven de 16 años que había sido asesinado de una puñalada alrededor de las 5 de la madrugada, en el barrio Elías Pérez.
La mayoría de los apenados allegados afirmaron que el muchacho había sido asesinado por no querer entregar la moto a dos asaltantes. Al parecer, Correa caminaba con dos amigos por calles cercanas al monumento de Mercedes Sosa cuando fue sorprendido por los delincuentes. “Se habían quedado sin nafta, por eso iban empujando la moto. Estaban cerca de la casa de unos familiares y les iban a pedir plata para cargar. Cuando llegaron los delincuentes, Nicolás les pidió a sus amigos que corrieran a pedir ayuda. Lo asesinaron para robarle la motocicleta”, relató una tía del adolescente, Ivana Romero.
Los acompañantes corrieron a buscar a los familiares de Correa y todos volvieron enseguida, pero allí se encontraron con el joven tirado en la calle, al lado de su moto, con la herida mortal. Según se cree, los asaltantes le exigieron que les entregara el rodado, pero este se negó a entregarlo; por eso lo apuñalaron en el estómago. Al ver que la moto no arrancaba, los ladrones la dejaron tirada y se esfumaron. “Es muy peligroso ese barrio, y más a esa hora”, se lamentaba una hermana del joven asesinado.
Sin detenidos
El caso recayó en la fiscalía de turno del Centro Judicial de Monteros, a cargo de Mónica García de Targa. Ya se tomaron los primeros testimonios a los amigos de Correa, pero ellos no pudieron aportar muchos datos: según trascendió, no vieron la cara de los asesinos porque estaban encapuchados. Un equipo de la división Homicidios -a cargo del comisario Hugo Cabezas- recorrió la autopista hasta Famaillá en busca de pistas. Si bien por la hora no hubo demasiados testigos del ataque, la familia de la víctima manifestó que una mujer que vive en la zona podría aportar datos.
“Esta semana iba a cumplir 17 años. Era un chico amoroso, no se metía con nadie y nunca tenía problemas; era muy tranquilito. Tenía muchos amigos, no estaba de novio y en los últimos meses había comenzado a trabajar en el limón”, describió su hermana.
La mayoría de los apenados allegados afirmaron que el muchacho había sido asesinado por no querer entregar la moto a dos asaltantes. Al parecer, Correa caminaba con dos amigos por calles cercanas al monumento de Mercedes Sosa cuando fue sorprendido por los delincuentes. “Se habían quedado sin nafta, por eso iban empujando la moto. Estaban cerca de la casa de unos familiares y les iban a pedir plata para cargar. Cuando llegaron los delincuentes, Nicolás les pidió a sus amigos que corrieran a pedir ayuda. Lo asesinaron para robarle la motocicleta”, relató una tía del adolescente, Ivana Romero.
Los acompañantes corrieron a buscar a los familiares de Correa y todos volvieron enseguida, pero allí se encontraron con el joven tirado en la calle, al lado de su moto, con la herida mortal. Según se cree, los asaltantes le exigieron que les entregara el rodado, pero este se negó a entregarlo; por eso lo apuñalaron en el estómago. Al ver que la moto no arrancaba, los ladrones la dejaron tirada y se esfumaron. “Es muy peligroso ese barrio, y más a esa hora”, se lamentaba una hermana del joven asesinado.
Sin detenidos
El caso recayó en la fiscalía de turno del Centro Judicial de Monteros, a cargo de Mónica García de Targa. Ya se tomaron los primeros testimonios a los amigos de Correa, pero ellos no pudieron aportar muchos datos: según trascendió, no vieron la cara de los asesinos porque estaban encapuchados. Un equipo de la división Homicidios -a cargo del comisario Hugo Cabezas- recorrió la autopista hasta Famaillá en busca de pistas. Si bien por la hora no hubo demasiados testigos del ataque, la familia de la víctima manifestó que una mujer que vive en la zona podría aportar datos.
“Esta semana iba a cumplir 17 años. Era un chico amoroso, no se metía con nadie y nunca tenía problemas; era muy tranquilito. Tenía muchos amigos, no estaba de novio y en los últimos meses había comenzado a trabajar en el limón”, describió su hermana.
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