Miguel Julio y una carrera llena de interrupciones

LUCHAR. El colombiano llegó a Tucumán con la ilusión de recuperar su carrera profesional. ARCHIVO LA GACETA LUCHAR. El colombiano llegó a Tucumán con la ilusión de recuperar su carrera profesional. ARCHIVO LA GACETA

Brilló en las selecciones juveniles pero nunca explotó en Primera. Mirá lo que le confesó a LA GACETA en 2015.

01 Junio 2017

Llegó a Tucumán siendo un completo desconocido. En su currículum se mencionaba que había transitado por las selecciones juveniles de Colombia de los 15 a los 20 años. Jugó con James Rodríguez y con Duvan Zapata. Sin poder afianzarse en su país buscó nuevos aires y el "Decano" parecía una buena elección. Sin embargo, dos años y medio después, Miguel Julio Rosette, a los 26 años, volvió a las noticias, pero por un hecho más cercano a las páginas de Policiales que a las del suplemento Deportes. En una entrevista concedida en 2015 a LA GACETA, el volante central tiró algunos indicios por los que su carrera estuvo llena de interrupciones y nunca llegó a explotar como profesional. 

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"Tuve un problema familiar que me afectó en lo deportivo, pero es muy personal. A nadie se lo ando contando, es mío y de mi familia. Se frenaron las opciones o las oportunidades que tenía, además del juego (trayectoria) que venía realizando. En su momento me autocorté la carrera. Fue hace dos años y medio (2012). Pero después seguí con la mentalidad de querer seguir jugando fútbol", aseguraba el colombiano, que había eligido al "Decano" como punto de partida de una nueva carrera profesional.

A pesar de integrar el plantel que logró el ascenso a Primera, Julio nunca pudo convencer al entrenador Juan Manuel Azconzábal, que decidió mantenerlo pero le dio pocos minutos dentro de la cancha. "Por ahí en el fútbol tenés que estar activo siempre porque si no te la cobra. Ya sea uno o dos meses. En el fútbol todo se paga", contó hace dos años el ahora ex jugador de Atlético. Desde la dirigencia confirmaron que su contrato había sido rescindido hace alrededor de 15 días. 

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En su arribo a la provincia, alejado de su mujer y su hija, los días se le hacían cuestas arriba: "si tienes tiempo, extrañas demasiado".

Desde la institución "Decana" anunciaron que acompañarán al colombiano en su recuperación. Lejos parecen haber quedado los anhelos con los que llegó a la ciudad, en la que transitó durante más de 16 meses: "estoy en busca del jugador que era antes, de ese jugador que era un león dentro de la cancha. En eso estoy, en busca de mi 100%. No estoy a la búsqueda de la perfección porque nadie es perfecto en esta vida".

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