EEUU promete revisar las trabas al biodiésel argentino

Según Cabrera, la suba del arancel de importación estuvo “totalmente fuera de escala” Funcionarios de la Embajada argentina en Washington presentaron un descargo ante un organismo de Comercio

MERCADOS ALTERNATIVOS. Buryaile deslizó que a partir del mes que viene se enviaría biodiésel a Europa. DyN (archivo) MERCADOS ALTERNATIVOS. Buryaile deslizó que a partir del mes que viene se enviaría biodiésel a Europa. DyN (archivo)
29 Agosto 2017

BUENOS AIRES.- El gobierno de Estados Unidos está dispuesto a revisar la medida provisoria antidumping que penaliza con un arancel de algo más del 50% la importación de biodiésel argentino, según informó el ministro de la Producción, Francisco Cabrera.

A pesar de ello, expertos estimaron que el titular del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, podría reducir la penalidad a cerca de la mitad respecto del porcentaje actual, un nivel que no saca del mercado al producto argentino, pero que tampoco provocaría daño al biodiésel norteamericano.

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Cabrera aseguró haber recibido el “compromiso” de Ross de suspender la fuerte suba al arancel, tras advertir que este incremento estuvo “totalmente fuera de escala”.

“Lo que hablamos con el secretario de Comercio de los Estados Unidos es que esto es perjudicial para la Argentina y que se llegue a la cláusula se suspensión lo más rápido posible; este fue el compromiso que tomamos y esperamos ya la semana que viene tener novedades”, dijo ante periodistas en la Casa de Gobierno.

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El funcionario consideró que la penalidad les pareció “totalmente fuera de escala” y aseguró que el Gobierno nacional esperaba “que ese arancel preliminar estuviera en el orden del 25% y no en el 57% promedio, como ocurrió”.

Mientras tanto, funcionarios de la Embajada argentina en Washington, junto con representantes legales de las empresas, presentaron un descargo ante la oficina de Ross, argumentos que el funcionario deberá tomar en cuenta para decidir si elimina o reduce los derechos provisorios.

No se descarta, entonces, que comience algún nuevo tipo de negociación comercial entre la Argentina y Estados Unidos.

En tanto, el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta, celebró la eventual reapertura en septiembre próximo del mercado europeo para el biodiésel producido en Argentina, tal cual lo anunció en Francia este fin de semana el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.

“Hay un proceso que lleva cuatro años y está todo dado para que el mercado europeo reabra, y el ministro Buryaile nos acompañó mucho en todo ese proceso”, destacó Zubizarreta.

El 28 de marzo de 2016, la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló a favor de varios reclamos de Argentina contra aranceles antidumping que dispuso la Unión Europea sobre sus importaciones de biodiésel.

El reclamo ante el organismo comenzó a fines de 2013, tras las restricciones comerciales que el bloque le impuso al país, como respuesta a las restricciones a las importaciones que dispuso el por entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, a través de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI).

Las exportaciones potenciales a Europa sumarían 1.200 millones de dólares, una cifra similar a las ventas a Estados Unidos; en ambos casos, se trata de entre 1,5 y 1,6 millones de toneladas anuales. (DyN)

Un mundo donde no hay muchos compradores
carlos lamiral
agencia dyn

PUNTO DE VISTA

Un mundo donde no hay muchos compradores

Carlos Lamiral - Agencia DyN

La reapertura del mercado europeo y la posibilidad de que Estados Unidos revea su decisión de aplicar aranceles provisorios al biodiésel argentino, alivian las tensiones entre las empresas productoras locales, para un producto del cual no abundan los mercados.

Producir combustibles a partir de granos e incorporarlos a la matriz energética de un país no es algo sencillo, y no abundan aquellos que tengan programas de corte, como lo lleva a cabo la Argentina, donde el diesel que usan los automovilistas y productores agrarios es en un 10% de origen verde.

El país cuenta con las plantas más grandes y eficientes del mundo, las cuales el año pasado produjeron algo más de 2,6 millones de toneladas, con exportaciones de algo más de 1,5 millón y un consumo interno de 1 millón.

Encontrarle mercado a esas destilerías no es una tarea sencilla. Los Estados Unidos y la Unión Europea, grupo de naciones desarrolladas con programas de mejoras para el medio ambiente, son los dos potenciales importadores de escala. Reemplazar mercados de ese tipo no es sencillo. No hay mucho más.

El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, conversó con su equivalente norteamericano Wilbur Ross quien, según dijo, le prometió rever el derecho provisorio antidumping de más del 50%. Mientras tanto, las autoridades y las empresas argentinas siguen a pie juntillas los procesos que fija la ley norteamericana de comercio, como estrategia futura en caso de tener que recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pretenden que las empresas que producen biodiésel, algunas de las cuales son de capitales norteamericanos, se sienten con sus pares estadounidenses con el fin de acordar cuotas de mercado, pero para ello requerirán de buena voluntad de la contraparte.

Respecto de la Unión Europea, la buena noticia es que tras cuatro años de pleitos ante la OMC, ese bloque tiene que comenzar a permitir nuevamente el ingreso del producto argentino. En los papeles, la Argentina cuenta con todo el derecho, pero en la realidad los países demoran en ponerse a tono con el derecho internacional, ensayan trabas burocráticas, plantean nuevos problemas. En rigor, no es tan sencillo.

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