MADRID.- El ex jefe del Gobierno de Cataluña Carles Puigdemont es ya oficialmente el único candidato a presidir el Ejecutivo de la región, pese a que se encuentra fuera de España para evitar ser detenido por el proceso independentista. El presidente del nuevo Parlamento catalán, el soberanista Roger Torrent, lo anunció ayer en una jornada turbulenta en la que Puigdemont se arriesgó a ser detenido al salir por primera vez de Bélgica, país donde se encuentra desde finales de octubre, para participar en un debate en Dinamarca.
En su comparecencia, Torrent no matizó el gran interrogante, cómo se llevará a cabo la investidura, pero pidió al Gobierno español diálogo sobre la “situación anómala” de la Cámara catalana, que tiene a varios diputados en prisión y otros fuera de España, como Puigdemont. “Soy consciente de la situación personal y judicial del señor Puigdemont. Soy consciente de la advertencia que pesa sobre él, pero también de su absoluta legitimidad para ser candidato”, dijo Torrent, del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
El debate
El anunció coincidió con la primera salida de Puigdemont de Bélgica desde que se instaló en Bruselas tras ser destituido hace casi tres meses. Su viaje a Copenhague para participar en un debate universitario sobre Cataluña levantó un gran revuelo mediático.
La Fiscalía General española pidió al Tribunal Supremo una orden europea de detención contra el líder independentista, pero el magistrado que lo investiga rechazó emitirla con el argumento de que lo que busca Puigdemont es precisamente ser detenido. “Frente a la imposibilidad legal de optar a una investidura sin comparecer en el Parlamento, la provocación de una detención en el extranjero busca que el investigado pueda pertrecharse de una justificación de que su ausencia no responde a su libre decisión como prófugo de la Justicia, sino que es la consecuencia de una situación que le viene impuesta”, expresó el juez Pablo Llarena en su auto.
Puigdemont huyó a Bruselas tras ser destituido a fines de octubre para evitar comparecer ante la Justicia española, que lo investiga por delitos de rebelión, sedición, malversación, desobediencia y prevaricación vinculados al plan independentista.
La Audiencia Nacional española emitió entonces una euroorden de captura contra Puigdemont y otros cuatro ex consejeros (ministros regionales) que lo acompañan en Bruselas, pero Llarena la retiró el 5 de diciembre cuando el Tribunal Supremo asumió el caso para evitar que las diferencias con la Justicia belga bloquearan el proceso. El Derecho belga no prevé el delito de rebelión, pero el danés lo castiga incluso con cadena perpetua, por lo que el primer viaje de Puigdemont fuera de Bélgica reabría la posibilidad de su detención. (DPA)