“Nacho” Scocco jugó menos de media hora y fue clave para que River festeje

IMPARABLE. Ignacio Scocco, que ingresó a los 20 minutos del segundo tiempo por Rodrigo Mora, ya sacó el derechazo que se convertirá en el segundo gol de River. telam IMPARABLE. Ignacio Scocco, que ingresó a los 20 minutos del segundo tiempo por Rodrigo Mora, ya sacó el derechazo que se convertirá en el segundo gol de River. telam

Scocco otra vez, Scocco 21 veces, ¿cuánto vale Scocco? Hay jugadores que no tienen precio. Esos suelen ser los mejores, los más decisivos. En Mendoza, entró y sentenció a Boca. En Núñez ingresó y liquidó a Belgrano. “Nacho”, el suplente insólito al que muchos le adjudicaban poco temperamento, a fuerza de goles y de su talento ya es súper-ídolo de un River que trasladó la apoteosis de la Supercopa a la Superliga.

Scocco jugó menos de media hora y le devolvió el alma a un equipo que se había complicado solo.

El “Millonario” arrancó con todo, con el viento favorable del miércoles, que sopló fuerte en el domingo porteño después de la lluvia. Y después de la lluvia de papelitos y los fuegos artificiales y el festejo de los jugadores con el flamante trofeo y con sus hinchas, el equipo del “Muñeco” no se pareció en nada al de la agónica (y lastimosa) victoria sobre Patronato la fecha anterior.

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Entre el Bartolomé Grella y el Monumental se erigió la gesta en el Malvinas Argentinas. Como contra Boca, hubo mucho de “Pity”. En el amanecer del partido, Gonzalo Martínez soltó su zurda tras un grosero error del central Godoy.

River gozó de cinco situaciones claras para dibujar una goleada en un primer tiempo que terminó con un resultado mezquino (y un hincha que cayó desde la tribuna internado en el hospital Pirovano). Y como perdonó, después sufrió. El “Pirata” casi le birla el triunfo en 15 minutos, los primeros del complemento. Después que Armani perdiera la pinta dando un rebote que Epifanio García transformó en empate.

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El equipo de Núñez estuvo un rato para el cachetazo, mostrando signos de bipolaridad. El de las finales ganadas por Marcelo Gallardo y el que venía penando en el torneo local. Cuando llegó el “Muñecazo” del entrenador –los ingresos de Quintero y sobre todo de Scocco- la “Banda” volvió a tomar color. Finalmente, River lo ganó de contra, tal como liquidó la historia contra Boca. El arquero Acosta había privado a Scocco de un primer grito, después llegaron dos: derechazo cruzado y zurdazo seco para el 3-1 final.

River sigue de fiesta. Quedó a cuatro puntos de la Copa Sudamericana. El responsable principal se llama Scocco, el de los 21 goles en 31 partidos, el de la inevitable comparación con el precio pagado por el inexpresivo Lucas Pratto.

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