La historia heroica de un capitán de Malvinas llega a una nueva calle en Yerba Buena

Hoy a las 11 se inaugura una arteria con el nombre del primer comandante argentino muerto en combate.

ARA Sobral. El aviso es un tipo de barco liviano y ágil destinado al rescate en altamar y otras tareas de apoyo. ARA Sobral. El aviso es un tipo de barco liviano y ágil destinado al rescate en altamar y otras tareas de apoyo.
03 Mayo 2018

Un héroe de la Guerra de Malvinas entrará al mapa de Yerba Buena, en un nuevo paso adelante en el proyecto de “malvinizar” la Ciudad Jardín. A partir de hoy, una calle que intersecta a la avenida Perón al 2.500 será nombrada Capitán Sergio Gómez Roca, protagonista de uno de los capítulos más valientes del enfrentamiento bélico entre Argentina e Inglaterra. El acto inaugural será a las 11 y contará con la presencia de Juana Rubí Ferrer, viuda de Gómez Roca.

Sergio Gómez Roca fue el capitán del aviso ARA “Alférez Sobral”, que el 3 de mayo de 1982 fue bombardeado por helicópteros enemigos durante una misión de rescate de dos soldados que se habían eyectado de sus aviones durante un combate dos días antes. Consciente de los riesgos que corría, Gómez Roca se adentró en aguas peligrosas para buscar a sus compañeros, pero perdió la vida en ese intento (ver aparte).

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El militar nació en Salta, pero pasó la mayor parte de su vida en ciudades portuarias. Muchos años después de la guerra, una de sus hijas se radicó en Tucumán, donde se casó con un reconocido médico y tuvieron hijos. Tiempo después, la viuda de Gómez Roca se instaló también en la provincia, por lo cual parte de la descendencia del capitán es tucumana.

Ciudad “malvinera”

La decisión de bautizar esta calle con el nombre de Gómez Roca partió de una ordenanza del Concejo Deliberante de Yerba Buena, que en conjunto con las autoridades municipales vienen impulsando en los últimos años acciones para rescatar, valorar y reconocer el trabajo, el sacrificio y la entrega que tuvieron los ex combatientes durante la Guerra de Malvinas. En esa ciudad piedemontana viven 24 veteranos de guerra, según informó José María Posse, historiador y director de Patrimonio Histórico y Cultural de la Municipalidad.

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“En Yerba Buena estamos llevando adelante todo un proyecto de identidad. Decidimos que todas las calles nuevas que hay desde la avenida Perón hacia el norte lleven nombres de tucumanos y tucumanas de la Independencia (en honor al Bicentenario) y también de personalidades de Malvinas. Creemos que es un buen camino, que la gente de Yerba Buena encuentre héroes de verdad en sus calles, que se pregunte y se interiorice acerca de quiénes fueron esas personas. Los chicos sobre todo necesitan héroes verdaderos, no los ‘falsos profetas’ que les ofrece la TV”, analizó Posse.

Dos países

Juana Rubí de Ferrer, que asistirá hoy a la inauguración de la calle, confesó que la enorgullece muchísimo que homenajeen a su marido, pero que no se siente protagonista. “A mí me invitan y yo voy en representación suya, pero el héroe es él. Este tipo de actos y homenajes a mí me hacen recordar aquellos momentos, que si bien fueron muy pero muy duros, ya están superados. Ahora recuerdo lo bueno que vivimos y me siento muy orgullosa de él”, destacó Rubí de Ferrer en diálogo con LA GACETA.

A ella le tocó criar a sus tres hijos sola, luego de la caída en combate de su marido. “Fue una vida completamente nueva, porque hasta ese momento vivíamos en la base naval (Puerto Belgrano) pero desde su muerte comencé a vivir la vida ‘civil’. Mi hijo más chico estaba en primer grado... Fueron tiempos complicados”, resume.

La viuda recordó cómo se enteró del comienzo del enfrentamiento armado: “el 26 de marzo del 82 partió el buque desde Puerto Belgrano y tenía planeado volver para Pascua. Pero el 2 de abril nos enteramos, por la radio, que habíamos invadido Malvinas. No teníamos idea de nada, era una estrategia, pero nos sorprendió a todos”, relató. A partir de ese momento comenzaron a comunicarse por medio de cartas que le llegaban cuando algún marino viajaba.

Entre los recuerdos menos agradables está la indiferencia de los argentinos durante los meses de la guerra. “Era como si la mitad del país no estuviese enterada, o era indiferente -sostuvo-. El sur de Argentina vivía el enfrentamiento muy de cerca, pero el norte estaba viviendo el Mundial de fútbol”.

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