El jubilado asesinado en Aguilares recibió 30 puñaladas: “no averigüe más, fui yo quien lo mató”

Una mujer de 26 años y un mecánico de 48, que es su pareja, están detenidos. Ella y sus tres hijos vivían con la víctima. “Criaba a esta mujer y a los hijos. Le decía nieta porque era hija de un muchacho que también había cuidado".

INVESTIGACIÓN. El cuerpo sin vida del vecino de 79 años fue encontrado el domingo en su habitación. la gaceta / fotos de Osvaldo Ripoll INVESTIGACIÓN. El cuerpo sin vida del vecino de 79 años fue encontrado el domingo en su habitación. la gaceta / fotos de Osvaldo Ripoll
22 Mayo 2018

Martina Osores lo había saludado desde el interior de su casa el sábado, alrededor de las 20. No sabía en ese momento que iba a ser la última que lo viera con vida. Abel Benito Medrano, de 79 años, pasaba caminando rumbo a su pequeña vivienda del barrio Villa Nueva, en Aguilares. Llevaba en sus manos panchuques para que comieran los tres chicos que criaba. La vecina, “Gringa”, como la conocen en la zona, volvió a saber de él al día siguiente, cuando encontraron el cuerpo del hombre sin vida.

El domingo, el jubilado fue hallado tendido en el piso de su habitación (una “solución habitacional”), cubierto de sangre. Según datos de la investigación, sufrió más de 30 heridas, la mayoría punzante. Cuatro puñaladas penetraron hasta cerca de las costillas, pero no traspasaron órganos. La herida más grave se registró en una arteria del cuello, lo cual le produjo una hemorragia, según fuentes judiciales.

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La Justicia ordenó la detención de Yohana Miranda, de 26 años, quien vivía, junto con sus tres hijos, en la casa de Medrano. La pareja de la joven, Manuel Jorge Díaz, un mecánico de 48 años, también fue privado de la libertad. Ambos serán presentados hoy ante el fiscal Edgardo Sánchez, del Centro Judicial de Concepción, para declarar como imputados.

“Fue una buena persona. No tuvo problemas con nadie, no molestaba a nadie”, recordó Osores, quien vive a tres casas del pequeño hogar de Medrano.

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Un hombre servicial

Los familiares de la víctima contaron que el hombre percibía una jubilación mínima y que hace dos semanas había tomado un préstamo bancario de $ 30.000 para saldar deudas con negocios pequeños. Además, pensaba construir una pieza más en el terreno. Este año compró calzados y ropa para los tres hijos de la mujer imputada, de cinco, siete y 10 años, para que pudieran ir a la escuela. A su vez, adquirió una TV y una cama cucheta para los menores.


“Criaba a esta mujer y a los hijos. Le decía nieta porque era hija de un muchacho que también había cuidado. Vivía para los chicos. Siempre cuidó y crió a muchos chicos”, remarcó Norma Serrano, otra vecina.

Medrano realizaba trabajos de albañilería antes de jubilarse y era reconocido por participar en conmemoraciones religiosas con un grupo de bombistos.

De acuerdo con fuentes policiales, la joven habría admitido en la comisaría de Aguilares ser autora del crimen del jubilado, ocurrido el sábado, poco después de las 20. Además, la imputada le habría dicho a los policías dónde arrojó el cuchillo que habría utilizado para atacar a la víctima, como también el calzado y la ropa que llevaba puesta cuando cometió el crimen. La joven había participado en el procedimiento como testigo.


“Confesó que estaba molesta con Medrano, ya que todo el vecindario hablaba de que tenían una relación. Eso desembocó en una pelea entre los dos (el sábado). Nos contó que no es nieta de sangre, que desde hace unos 10 años vivía con él, que Medrano la había criado y que, por cariño, lo llamaba abuelo”, detalló Sergio González, jefe de la comisaría local.

“No averigüe más: yo voy a contar toda la verdad. Fui yo quien lo mató”, habría dicho la mujer ante los policías, de acuerdo con el reporte oficial. Por eso la Justicia espera que la mujer declare lo mismo hoy.

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