Por Gustavo Rodríguez y Francisco Fernández 04 Octubre 2018
ENCUENTRO EN LA CASA DE GOBIERNO. El ministro Claudio Maley recibió en su despacho a los familiares de Facundo Ferreira. ministerio de seguridad de tucumán
“Cuando hablamos con el ministro (Claudio) Maley nos dijo que íbamos a encontrar Justicia. Antes nos habían dicho que él quería hablar con nosotros y por eso nos reunimos. Para la familia fue importante porque nos pudimos desahogar”, contó Rita Ferreira, tía de Facundo, sobre el encuentro que mantuvo con el titular del área Seguridad la semana pasada.
De la reunión también participó Mercedes Ferreira, abuela de Facundo. “Él (Maley) le preparó un té a mi hijo y también le dio pan. Al final hizo una oración por la memoria de Facundo. Rezamos un Padrenuestro y un Ave María para que el cuerpo de mi sobrino descanse en paz. Nos dijo que se va a resolver el caso porque Facundo era un niño. Yo creo que así él le pidió perdón a mi sobrino”, agregó. Ferreira contó que durante el encuentro le dijo al ministro que no era cierto que Facundo había disparado un arma contra Nicolás González Montes de Oca y Mauro Díaz Cáceres. “Me explicó que un taxista había dado esa versión”, concluyó.
“Finalmente podremos estar un poco más tranquilas”, explicó Rita Ferreira, la tía de Facundo, el niño de 12 años baleado en la nuca en la zona de El Bajo, al enterarse de que quedó detenido Nicolás González Montes de Oca, uno de los dos policías imputados por el homicidio. El otro uniformado es Mauro Díaz Cáceres.
Ambos permanecían en libertad a pesar de los pedidos de detención y de prisión preventiva formulados por la querella y por la fiscala Adriana Gianonni. Además de la gravedad del delito que les imputó (homicidio agravado), la fiscala tuvo en cuenta las amenazas que denunciaron haber recibido los familiares del niño por parte de los acusados para realizar esos planteos.
Temor de fuga
El juez Facundo Maggio, que había rechazado tres de los cuatro pedidos de privación de libertad en contra de los imputados, sí les había prohibido acercarse a los parientes de la víctima y salir al exterior.
Todo cambió cuando González Montes de Oca fue detenido el sábado 22 de septiembre por un arrebato contra una mujer, en Lastenia, al este de la capital. El domingo fue presentado en los Tribunales. Negó su participación en el hecho y se abstuvo de declarar. La fiscala Adriana Reinoso Cuello (VI) pidió su detención, planteo que fue aceptado. A los días se supo que la madre del sospechoso se presentó en la casa de la víctima para pedirle, en buenos términos, que retirara la denuncia en contra de su hijo.
Por esas situaciones, la fiscala Giannoni insistió que se le dictara la detención al imputado por el crimen. Maggio aceptó el planteo y el uniformado seguirá tras las rejas. El magistrado tuvo en cuenta que, al ser pasado a disponibilidad (se quedó sin trabajo) podría fugarse. Ahora la fiscala tiene 10 días hábiles para decidir si le dictará o no la prisión preventiva. Fuentes judiciales confirmaron que lo hará y, como la situación laboral no cambiará en ese tiempo, se la deberían aceptar.
“No tienen perdón”
La tía de Facundo se enteró a través de LA GACETA de la resolución judicial. “Para nosotros ellos no tienen perdón. Cuando estén los dos presos vamos a creer en la Justicia. Cada vez que nos enterábamos de que la fiscala pedía sus detenciones y se las rechazaban, no sabíamos qué hacer. Sospechábamos que hasta ponían dinero o tenían contactos en tribunales”, explicó Rita.
Emilio Guagnini, que representa junto a Florencia Vallino a la familia del niño, declaró: “antes de que cometiera el arrebato había sobrados elementos que justificaban que a los sospechosos se le dictara la detención y que sean apartados de la fuerza por que habían entorpecido la investigación en forma alevosa, González Montes de Oca tenía marihuana y cocaína en sangre mientras le disparaba a Facundo”.
“Distintos criterios”
“Es evidente que los criterios de la Justicia tiene distintas varas según la condición de la víctima y el acusado. Si matan a un chico de 12 años y se amenaza a una familia estigmatizada es una cosa. Pero si se roba una cartera, sí hay detención. La Justicia muchas veces responde a lo que percibe que a la sociedad le molesta más y no a criterios jurídicos objetivos”, agregó el profesional.
“Muchos se tendrían que poner la mano en el corazón y pedirle perdón por lo que dijeron de Facundo. El lunes se cumplirán siete meses de su crimen. Fueron meses de mucho dolor y lucha. No queremos plata, queremos que ellos estén presos. Recién entonces vamos a creer en la Justicia”, concluyó la tía de Facundo.