San Martín, cada vez más firme

Acevedo es el pilar de una defensa que de a poco se va consolidando en la Superliga

FIGURA REPETIDA. Lucas Acevedo logró complementarse en los últimos encuentros con Rodrigo Moreira. FOTO DE ARIEL CARRERAS FIGURA REPETIDA. Lucas Acevedo logró complementarse en los últimos encuentros con Rodrigo Moreira. FOTO DE ARIEL CARRERAS

Queda mucho por mejorar. Eso lo saben los jugadores, el cuerpo técnico y los hinchas. Pero es evidente que San Martín creció en los últimos juegos. El buen rendimiento individual sumado a un correcto funcionamiento colectivo, le permitió enderezar el barco, sumar puntos importante y comenzar a creer que la salvación es posible.

La sensación que dejó el 0 a 0 frente a Talleres, en el “Mario Kempes”, fue que el punto puede tomar mayor relevancia si el domingo el “Santo” derrota a San Martín de San Juan. Por eso, más allá de la evolución en el juego, muchos hinchas muestran un moderado optimismo.

Los estudiosos del fútbol pregonan que los buenos equipos se arman de atrás para adelante. Ese precepto parece saberlo muy bien Gastón Coyette. Como ocurrió en el triunfo ante Racing, la clave para no volverse con las manos vacías a Tucumán, fue la solidez en la valla de Jorge Carranza y el buen momento futbolístico que atraviesa Lucas Acevedo.

Parece que al zaguero le cambiaron a tiempo el chip desde que San Martín ascendió a Primera. Quedó lejos aquel defensor que en cada partido estaba expuesto a que se le “saliera la cadena” por su excesos de temperamentos. Ahora, se muestra como un jugador sobrio que se volvió decisivo en un equipo que quiere empezar a levantar la cabeza en la Superliga, un torneo donde la paridad de los equipos es llamativa.

“El cambio de imagen se debe al apoyo que tengo de mis compañeros, del cuerpo técnico y de mi familia. Eso hace que me sienta cómodo y pueda ayudar para que el equipo empiece a mostrar el nivel de juego que todos queríamos tener”, señaló el defensor.

Acevedo considera que esta temporada bajó los decibeles respecto a su primer tempoerada en el club. “Antes iba con mucha demencia a buscar cada pelota y eso me costó más de un dolor de cabeza en lo personal. Además, perjudicaba al equipo. Bajar un cambio y ser mas pensante a la hora de jugar hizo que mi juego haya crecido”, señaló.

En las nueve fechas, Acevedo tuvo tres socios en la zaga central. Arrancó Matías Cahais, luego jugó Damián Schmidt y en los últimos tres partidos Rodrigo Moreira fue su compañero. A la luz de los resultados, es indudable que con “Chiqui” es con quien mejor se asoció. “Hablamos mucho durante los partidos y nos tratamos de ordenar uno a otro. Eso hace que nos vayamos acoplando cada vez mejor”, agregó.

Un punto importante

Muchos aseguran que los empates no se festejan, pero haber rescatado un punto del estadio “Mario Kempes” tiene un sabor especial. “Es un estadio muy complicado para los visitantes. Por eso, sumar un punto es importante. Pocos equipos podrán hacerlo. Además, por la situación que estamos atravesando, siempre sirve sumar, sea de a uno o de a tres. Ahora tenemos que pensar en ganar de local”, sentenció.

Acevedo es el pilar donde se apoya una defensa que comienza a consolidarse para que San Martín pueda terminar el año con una sonrisa.

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