“No se puede descartar ninguna hipótesis. Seguimos dudando de César Soto, pero no es el único sospechoso. También tenemos conjeturas sobre alguien muy allegado al poder, que ya es conocido, dada la participación de los funcionarios del gobierno de José Alperovich”, expresó ayer Alberto Lebbos, padre de Paulina.
Tras la última audiencia del juicio oral por el homicidio de su hija, el querellante planteó su posición respecto de la declaración de la psicóloga Sandra Musumeci. La profesional explicó de la autopsia psicológica que había realizado, meses después de la muerte de la joven. “Con algunas cosas se coincidió; con otras, no. Por ejemplo, Paulina no era una chica introvertida”, aclaró.
“La perito no ha podido dar mayores detalles. Por supuesto, si es difícil conocerse uno mismo, costaría mucho más saber de una persona muerta”, manifestó. “La autopsia, según dijo la profesional, no era concluyente”, añadió.
Lebbos, sin embargo, destacó que “todos los aportes, en definitiva, ayudarán a descubrir la verdad”. “Paulina era una jovencita vulnerable ante el ataque de un persona corpulenta”, describió.
El padre de la víctima, por otro lado, destacó que el Tribunal haya rechazado en plena audiencia la idea de la muerte en un acto sexual, como lo había deslizado uno de los defensores técnicos. “(Gustavo) Morales sigue indagando sobre la sexualidad de Paulina porque era mujer, y no se dedica a defender a su cliente (Eduardo di Lella, imputado por encubrimiento). Es perverso. La Sala III ya hizo caer esa idea”, enfatizó Lebbos.