María Eugenia Vidal le puso el martes el “moño” al paquete de la estrategia electoral de Cambiemos, para la contienda política por la presidencia y por las gobernaciones en la Ciudad Autónoma y la provincia de Buenos Aires, los dos distritos más relevantes del país. Su decisión de no desdoblar los comicios bonaerenses fue acaso la más importante de este año y la que terminó con las especulaciones de todo el arco político nacional.
La mandataria provincial esperaba apoyar su decisión en los números que le habían encargado al principal asesor macrista Jaime Duran Barba, pero la caída de la imagen del presidente Mauricio Macri en los últimos meses, en conjunto con la presión negativa del jefe de Gabinete Marcos Peña, apuraron la determinación por el “No” de Vidal, quien tenía previsto hacerlo “no antes de febrero”.
Según reveló Perfil.com, Macri le expresó a Vidal su malestar por el gasto que implicaría el desdoblamiento y, más aún, por la sensación de que se “cortaría sola” si no unificaba el comicio. Pero la decisión se aceleró también por la caída de imagen del líder de Cambiemos: una encuesta de Opinaia, a la que accedió Perfil, detalló que el 72% de los consultados reprueba la gestión del Gobierno nacional.
No obstante, la imagen de Vidal se mantiene a pesar de la caída de la del Presidente. Hoy es la política con mejor imagen positiva, según los relevamientos de las consultoras. Y si ella va en la boleta con Macri, el mandatario podría recuperar al menos el 50% de las adhesiones que perdería si fuera solo, es lo que sostienen Peña y Durán Barba.
Por lo pronto, el anuncio de Vidal de no desdoblar las elecciones bonarenses de las nacionales fue celebrado por Cambiemos y dirigentes del PJ bonaerense, desde distintas posturas.
Mientras, analistas señalan que los grandes perdedores de esta decisión son los intendentes de Cambiemos. Ellos impulsaban el desdoblamiento de las elecciones para atarse a la boleta de Vidal y no a la de Macri. Además, pretendían la eliminación de las PASO para no permitir el “ordenamiento” del voto del PJ, que con más tiempo, aspira ahora a consensuar un candidato de unidad.
En este contexto, desde el oficialismo se destacó que la mandataria priorizó el hecho de “mantener las reglas de juego”, y las figuras de la oposición pusieron el acento en el elevado costo de aplicación que tendría esta iniciativa si resultaba aprobada por la Legislatura.
El vicegobernador bonaerense, el radical Daniel Salvador, dijo que la decisión fue fundamental para “dar previsibilidad” y no gastar “un peso más en lo que significa el desdoblamiento”.
“Comparto plenamente que la decisión fue oportuna y termina dando claridad absoluta para quitar un tema de agenda y que cada uno se aboque a sus tareas específicas de gobierno”, señaló Salvador en declaraciones televisivas.
En ese sentido, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca, sostuvo que Vidal adoptó una postura “sin especular electoralmente”.
Por su lado, intendentes y legisladores del PJ bonaerense también destacaron la resolución de Vidal, pero, desde posturas más críticas referidas a la “improvisación” con que el oficialismo manejó este tema. “Nos llevan permanentemente a situaciones de ensayos de prueba y error. Desde hace tiempo que decíamos que no hay motivo para desdoblar las elecciones”, planteó el titular del PJ bonaerense y jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray. (Télam/Perfil)