Sacá la bici: las cinco paradas obligatorias de barrio Sur

Salir con ojos de turista, mirar hacia arriba, detenerse en los detalles que todos los días pasan desapercibidos en el apuro de la rutina. Ese es el plan de este recorrido en bici.

Barrio Sur es esa zona de contrastes, donde se mezclan la melancolía de los adoquines con los grandes edificios construidos y en construcción. Casitas viejas, bajas, peleándole al tiempo para sobrevivir; otras, que han perdido la batalla, han quedado desnudas, con los azulejos y las paredes a la vista, y en algunos meses se convertirán en edificios de varios pisos. 

Salir con ojos de turista, mirar hacia arriba, detenerse en los detalles que todos los días pasan desapercibidos en el apuro de la rutina. Ese es el plan de este recorrido en bici. De paso, prepará las piernas: las subidas y bajadas de barrio Sur te van a obligar a regular los cambios y transpirar la remera. Vale el esfuerzo, claro que lo vale.


Sacá la bici: las cinco paradas obligatorias de barrio Sur LA GACETA / Foto de Julio Marengo.

1. Selfie en el pasaje de los mosaicos

El pasaje Tiburcio Padilla (Moreno entre Lavalle y Lamadrid) es una joyita perdida en barrio Sur. Para muchos seguramente será un descubrimiento detenerse a ver lo que sus paredes tienen para contar. La historia, la fauna y la flora de Tucumán están representadas con pequeños trozos de cerámica partida de diferentes colores (la técnica se llama “trencadis catalán”). Lo mejor de todo: lo hicieron los propios vecinos, hace poco más de 10 años. Si hacés un alto en ese pasaje, seguramente habrá alguien dispuesto a conversar y contarte cómo fue la génesis de esa idea.


Sacá la bici: las cinco paradas obligatorias de barrio Sur LA GACETA / Foto de Julio Marengo.

2. Descubrí el jardín vertical del Hospital de Niños

Hace pocos días que está listo un nuevo jardín vertical en barrio Sur. Lo podés ver en Chacabuco y Rondeau, en uno de los muros exteriores del Hospital de Niños. El amarillo de la pared y los distintos tonos de verde de las plantas que pusieron han cambiado por completo esa cuadra, y la zona está cada vez más linda, con la plaza San Martín y la plaza De los Decididos, la que está justo en frente del hospital.


Sacá la bici: las cinco paradas obligatorias de barrio Sur LA GACETA / Foto de Julio Marengo.

3. Viajá en el tiempo en la Casa Belgraniana 

¿Qué hace una casa con techo de paja a dos aguas, muros de adobe, un aljibe blanco y una galería con piso de ladrillones en Barrio Sur? Es una recreación de la vivienda que habitó el general Manuel Belgrano en esa zona de la ciudad. Adentro hay un pequeño museo que te transporta en el tiempo, que te hace respirar la austeridad de la gesta patria de 1812: dos habitaciones, un catre de tiento, un baúl chico, una mesa, dos sillas y cacharros antiguos son algunas de las pequeñas y simples cosas que se pueden ver, pero es un viaje en el tiempo en medio del barrio que crece aceleradamente en altura y modernidad.

Sacá la bici: las cinco paradas obligatorias de barrio Sur LA GACETA / Foto de Julio Marengo.

4. Observá las esculturas de la plaza Belgrano

Son de color verde, tan similar al verde del césped y de los árboles que muchas veces pasan desapercibidas. Pero ahí están, y pueden inspirarte una selfie, una emoción, un recuerdo, una sensación. Están ubicadas alrededor del centro de la plaza, donde se levanta la Pirámide de Chacabuco, un monumento que hizo construir Belgrano en honor a la Batalla de Chacabuco, en 1817. La plaza Belgrano es un sitio verdaderamente histórico de la ciudad, ya que allí se encontraba La Ciudadela, o antiguo Campo de Las Carreras, lugar donde se libró la Batalla de Tucumán, el 24 de Septiembre de 1812 y en la que Manuel Belgrano y sus tropas, expulsan definitivamente a los ejércitos realistas del territorio argentino.

Sacá la bici: las cinco paradas obligatorias de barrio Sur LA GACETA / Foto de Julio Marengo.

5. Hace una pausa en la feria Grandes Sabores

Si salís hoy a recorrer barrio Sur en bici, te vas a topar con la feria municipal Grandes Sabores. Arranca a las 17 y termina a la medianoche. Podés hacer una pausa, tomar un café, comer algo rico y también tomar unas cervezas artesanales. Gran opción para finalizar un paseo con todos los colores y matices posibles.

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