Atlético y otro paso a la historia: eliminó a River de la Copa de la Superliga y es semifinalista

El "Decano" perdió 4-1 en Núñez, pero hizo valer el gol de visitante y el inolvidable 3-0 de la ida en 25 de Mayo y Chile.

INTERMINABLE. Todos fueron a abrazar a Toledo, el héroe de la noche en el Monumental. INTERMINABLE. Todos fueron a abrazar a Toledo, el héroe de la noche en el Monumental. ESPECIAL PARA LA GACETA / FOTO DE MATÍAS NÁPOLI ESCALERO

A la historia la escriben los que ganan y ese, una vez más fue Atlético. ¿El 4-1 calentito sufrido hace unos minutos importa ahora? Ni ahí. Lo que vale es la serie, los 180 minutos de duelo y ahí sí, el “Decano” fue el que se llevó el boleto a la siguiente fase.

Se impuso porque en la ida brilló tanto como River esta noche. Pero no permitió lo que sí el “Millonario” hace un rato: el gol de visitante.

Este plantel es la continuidad de otros hombres que ya no están, que dejaron su huella como estos mismos lo hicieron en esta Copa de la Superliga y que lo hicieron días atrás en la Superliga de las 25 fechas eternas, con el quinto puesto.

Es un plantel laborioso, el de Ricardo Zielinski. Juegan todos. Defienden todos. Atacan todos. Si no hay un 110% de cada uno la máquina no funciona. Y eso es lo que se vio durante un primer tiempo en Núñez con título de aterrador. Le llovieron misiles a Cristian Lucchetti, el héroe de la voz cantante con una interminable cantidad de atajadas únicas, como esa a Matías Suárez nacida de un tiro libre con rosca y sin la panorámica necesaria para poder ver y pensar al mismo tiempo.

El hombre de las cuatro décadas y su instinto felino lo hicieron posible. Como también los palos que le dieron una mano. A él y Atlético. Ni interesan los goles de Ignacio Fernández, el doblete del propio Lucas Pratto (2-0 y 4-1), ni el de Matías Suárez. Sí el de Javier Toledo, el del remanso y la serenidad, en cierta forma.

El festejo durará lo que le llevará al plantel esta noche de poco sueño en Buenos Aires y el regreso a casa. Hay que pensar en Tigre, el sábado -a las 18.45 en Victoria- en dar otro paso pero siempre con los pies en la tierra sabiendo que si la cosa sigue así, hay dos sueños que pueden cocinarse, el del título y el del regreso a la Copa Libertadores 2020.

Habrá tiempo también para darle espacio al análisis de Zielinski, para que piense en sus jugadores del presente. Ni hoy no mañana puede hablarse de eso, de su futuro como entrenador de Atlético. Él no lo hará.

El “Ruso” sabe que lo adoran los directivos, los jugadores, la gente; Tucumán y quienes siguen al “Decano” en cualquier rincón del planeta fútbol.

Este Atlético afinado al modo Zielinski no se cae en las difíciles, no importa cómo venga la mano. Ni dónde.

A festejar por eso. Y por lo que pueda venir.

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