Es el prócer tucumano que mayor predicamento tuvo en la organización nacional y es considerado como el padre de la Constitución de 1853. Sus “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina” fueron fundamentales en la redacción de nuestra Carta Magna. Días previos a las elecciones provinciales, nuestro diario les preguntó a los nueve candidatos a ocupar la gobernación si Juan Bautista Alberdi era una figura subestimada o vigente.
Algunos coincidieron en que estaba totalmente subestimada. “Tanto su vida como sus ideas, textos, los aportes que ha realizado, se deberían enseñar en las escuelas. La figura de Alberdi debería estar íntimamente relacionada con Tucumán, que los turistas que visiten nuestra provincia sepan que estamos orgullosos de este tucumano”, dijo una de las candidatas. Otro señaló que estaba olvidado, tanto por quienes gobiernan la provincia, como por los representantes de Tucumán en el Congreso de la Nación y que había propuesto en algún momento que en el edificio de la vieja Legislatura se creara el Museo del Bicentenario, donde yacieran sus restos.
Un tercero señaló que sería imposible subestimar a quien es verdaderamente el creador de la Nación, porque ella emana de la Constitución misma. Se refirió a un Alberdi federal, que plantea la necesidad de un país equilibrado y con igualdad de oportunidades para todas las provincias, que está más vigente que nunca y tenemos que recuperarlo, estudiarlo y trabajarlo. Añadió que en nuestras universidades e institutos de investigación, escuelas, y en los más variados congresos que se realizan en Tucumán, la figura de Alberdi está siempre presente.
El tucumano, nacido el 29 de agosto de 1810, en la hoy inexistente casona de 24 de Septiembre y 25 de Mayo (actualmente hay una pizzería), tuvo una producción intelectual y artística notable: abogado, periodista, músico, compositor, autor de tratados jurídicos, de obras teatrales, ensayos políticos y sociales.
Como suele ocurrir con muchos destacados intelectuales argentinos, se lo cita con cierta frecuencia en algún foro o jornada vinculada al derecho o a la politología, sin embargo, su obra que abarca dieciséis tomos es prácticamente desconocida por los argentinos y sus mismos comprovincianos. Con aciertos y yerros, Alberdi fue, sin duda, uno de los principales constructores de la república. “Para un gobierno inteligente y honrado, la oposición es su garantía de estabilidad, y su auxiliar más útil. La oposición es una especie de poder de reserva, un gobierno en disponibilidad”, escribió, pero parece que no fue escuchado o entendido.
La tumba del prócer en la Casa de Gobierno pasa inadvertida no solo para los turistas sino para la mayoría de los tucumanos. Su obra no se estudia en los establecimientos educativos; en 2010, en la Facultad de derecho de la UNT hubo una idea de crear una cátedra, donde se estudiara su obra jurídica.
Este sistema de acoples que ha cobijado a casi 19.000 candidatos en la reciente elección y que nos ha convertido otra vez en vergüenza nacional e internacional y está consagrado en la Carta Magna provincial de 2006, es una prueba del total desconocimiento que la clase dirigente tiene de nuestro prócer. ¿Qué diría Alberdi sobre este surrealista sistema electoral u nuestra dirigencia? El 19 de junio se cumplirán 135 años de su muerte, va siendo hora de que los tucumanos le hagamos el mejor de los homenajes: estudiarlo.