Acuerdo Mercosur-Unión Europea, implicancias para Tucumán

01 Julio 2019

José Ignacio García Hamilton

Jefe de Gabinete de la Secretaría de Política Económica en Ministerio de Hacienda

En el último Foro Económico del NOA realizado por la Fundación Federalismo & Libertad tuve la oportunidad de exponer acerca de la inserción de Argentina, y especialmente Tucumán, al mundo. En la misma, señalé que la oportunidad iba a estar dada por las exportaciones. Exportaciones que cayeron un 32% entre 2011 y 2015, dónde más de 8.000 PyMES dejaron de exportar por las equivocadas y erróneas políticas de “vivir con lo nuestro” y cerrarnos cada más al mundo. Exportaciones que desde el 2016 se están incrementando y cuyo potencial es enorme.

En ese sentido, la reciente firma del Acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea no es una casualidad. Es la consecuencia de tener en claro que uno de lo pilares del actual Gobierno nacional es la inserción inteligente al mundo de nuestro querido país. La Unión Europea y el Mercosur constituyen -entre ambas- un mercado de casi 800 millones de habitantes, con un PBI de más de 20 billones de dólares y 25% del PBI mundial aproximadamente, en 32 países.

A los ojos de nuestras empresas se trata de 500 millones de consumidores con un muy alto PBI per capita (USD 34.000) que representan más del 20% del PBI mundial. O sea, con este acuerdo, las empresas argentinas van a tener acceso preferencial a uno de los mercados mundiales más grandes, sofisticados y de mayor poder adquisitivo del mundo. Pasaríamos a tener acuerdos de libre comercio con un tercio del PBI mundial. Mientras Chile tiene acuerdos de este tipo con el 88% del PBI mundial, Perú con el 81%, Colombia con el 56% y México con el 63%, Argentina tiene con sólo con el 8%, antes de la firma de este importante acuerdo.

Este acuerdo con la Unión Europea constituye el primer acuerdo comercial moderno que logra el Mercosur. Además de cubrir el tradicional comercio de bienes, simplifica procedimientos aduaneros, establece reglas para la prestación de servicios, provee marcos para el comercio electrónico, elimina barreras no arancelarias, aumenta la transparencia en las compras públicas, refuerza la protección de la propiedad intelectual y cuenta con un sólido componente de cooperación internacional entre ambas regiones.

En este marco, los países del Mercosur deberán realizar diversas reformas legales e institucionales necesarias para cumplir con estándares internacionales mínimos en los que el Mercosur hoy se encuentra atrasado. Estos cambios resultarán en una notable mejora del ambiente de negocios y brindarán un marco de seguridad jurídica y estabilidad necesario para el fomento del comercio y las inversiones.

Asimismo, el Acuerdo hace más difícil e improbable que futuros gobiernos adopten medidas arbitrarias de restricción comercial o revierta los logros alcanzados, como ya ocurrió en el pasado cercano y nos pusieron al borde de sanciones por parte de la Organización Mundial del Comercio. Es importante señalar que los países que alcanzaron un acuerdo comercial con la Unión Europea experimentaron posteriormente un aumento significativo de las inversiones en sus países por parte de los países europeos.

En los casos de Egipto (2003) e Israel (1999) el crecimiento en inversión directa (IED) de países europeos aumentó más del 500% luego de la firma de un acuerdo como el firmado con el Mercosur. A diferencia de lo que algunos políticos se aceleraron a declarar, el acuerdo firmado no representa una amenaza existencial ni a los productores ni a los trabajadores argentinos. En primer lugar, porqué el acuerdo fue negociado con un componente de gradualidad en la desgravación arancelaria, dejando a nuestros productos más sensibles excluidos o en las canastas más tardías -de hasta 15 años- contados desde la entrada en vigor del acuerdo.

Es importante señalar que, firmado el acuerdo se inicia el proceso de homologación por cada país miembro, lo que difícilmente ocurra antes de fines del 2020. En ese sentido, las empresas argentinas gozarán del suficiente tiempo trabajar en su competitividad y adecuar su modelo de producción y negocios. Esto, tendrá un impacto positivo en la productividad general del país. Segundo, en caso de aumentos significativos de importaciones desde Europa, se prevén mecanismos de defensa comercial que brindan protección a los productores nacionales. Tercero, y no menos importante, el gobierno argentino se reserva la posibilidad de utilizar herramientas de desarrollo productivo y tecnológico, como es el otorgamiento de un trato preferencial a las PyMES nacionales en las compras del Estado.

Es importante tener en cuenta que el acuerdo alcanzado es con un mercado altamente desarrollado, cuyos estándares ambientales y laborales, tanto en términos de condiciones como de salarios, son altos. Con lo cual los productores y trabajadores argentinos no corren mayores riesgos de competencia desleal o por costo. En líneas generales, los salarios de los empleados europeos son en general superiores a aquéllos de los países del Mercosur.

No obstante, quedan varias reformas que Argentina y los países del Mercosur debe realizar para ser más competitivos y lograr que sus productos lleguen a Europa y el mundo. Debemos trabajar en hacer más amigable la legislación laboral, eliminando la industria del juicio que eleva considerablemente los costos laborales de las empresas y muchas veces funden a las PyMES. Argentina debe continuar el trabajo en pos de bajar los costos logísticos.

Esto se traduce en obras de inversión en rutas, puertos y aeropuertos, como es el caso del aeropuerto Benjamín Matienzo que ya permite el uso de aviones de carga para llevar nuestros productos al mundo en forma más ágil y eficiente. Por último, los gobiernos provinciales y municipales deben trabajar con el Nacional para evitar que el costo fiscal elimine la competitividad que las empresas van a ganar con el acuerdo alcanzado.

En 2017 Tucumán exportó bienes por alrededor de 1000 millones de dólares a 153 diferentes países. Los primeros destinos de los productos tucumanos fueron Estados Unidos y China. Azúcar y derivados, limón y derivados, bienes del sector automotriz, oleaginosas, cereales, tabaco y frutos rojos son parte de actual perfil productivo provincial.

Una vez que el acuerdo con la Unión Europea entre en vigencia, las oportunidades se multiplicarán, y así las empresas tucumanas se verán posibilitadas de llegar con sus productos al mercado europeo. Por último, seguramente la firma de este muy importante acuerdo será el primero de varios. Es lógico y esperable pensar que varias negociaciones que se encuentran curso puedan acelerarse y llegar a un acuerdo con nuevos países. Así lo expresó el embajador japonés, Fukushima al hacerse público el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.

En conclusión, somos testigos de un hecho inédito y buscado por muchos años. Debemos trabajar fuerte para aprovecharlo. El acuerdo es la consecuencia de una política de estado de reinsertar a Argentina en el mundo y seguramente nos llevará al camino del progreso y la prosperidad.

Comentarios