Etchevehere: “hay que trabajar más en la competitividad”

Según el secretario de Agroindustria de la Nación, todos los niveles de Gobierno deben contribuir al fortalecimiento de la oferta productiva argentina para abastecer al mundo.

14 Julio 2019

La apertura al mundo será el tema central de la cumbre de líderes del Mercado Común del Sur (Mercosur) que se hará en Santa Fe entre el martes y el miércoles. En la oportunidad, tanto el presidente Mauricio Macri como su par brasileño, Jair Bolsonaro, no sólo buscarán darle más celeridad a la aprobación del acuerdo con la Unión Europea, sino también intentarán avanzar con un pacto de libre comercio con los Estados Unidos. Según el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, el acuerdo entre ambos bloques forma parte de “la visión estratégica que va en línea con la política de Estado que estableció el presidente Mauricio Macri, de abrirse al mundo, no sólo para que sea visto como el granero, sino como el supermercado del mundo”. Antes de viajar hacia India, encabezando una misión comercial, Etchevehere dio la siguiente entrevista telefónica a LA GACETA.

-¿Qué cambios implica para la región, en general, y para la Argentina, en particular, un acuerdo como el alcanzado en Bruselas?

-Lo primero que hay que observar es la persistencia de la diplomacia presidencial apuntada, en primer término, a generar confianza con los líderes latinoamericanos y del Mercosur. El Gobierno anterior tuvo la habilidad de pelearse con casi todos los países, salvo Venezuela, Irán y alguna otra nación. Hubo un trabajo de Macri para recomponer esas relaciones con los líderes globales y esto contribuyó a mostrar que la Argentina puede asumir responsabilidades importantes como la culminación de las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur.

-¿Ese acuerdo sólo persigue fines comerciales?

-Partimos de la base que el acuerdo Mercosur-UE implica para la Argentina un paso muy importante en su búsqueda de reinsertarse en el mercado. Esto nos dará acceso a un mercado de 500 millones de consumidores con el triple de poder adquisitivo que puede llegar a tener un consumidor del Mercosur. Cuando se cierran estos acuerdos, la tendencia que se observa es que las inversiones europeas suben un 30% en los países que firmaron con el bloque de la UE y eso puede implicar más trabajo. Si tomamos en cuenta nuestra producción agroindustrial, de los 1.800 productos tomados en cuenta a la hora de bajar aranceles, el 84% arrancará con cero desde el momento en que entre en vigencia el tratado.

-Pero esta semana hubo protestas de ganaderos en Irlanda y en Bélgica por los alcances del acuerdo con el Mercosur...

-Tanto los europeos como nosotros tuvimos en cuenta la sensibilidad que causa el tratado. En ambos bloques queremos seguir generando empleos. De nuestro lado, hay productos sensibles como el aceite de oliva que ingresará con cero por ciento de arancel y el de europa lo hará 15 años más tarde. Con los vinos pasa otro tanto y una desgravación a ocho años, con una reducción año a año. Las aceitunas argentinas entran con cero arancel y las europeas no ingresarán en el Mercosur.

-¿Y qué sucederá con el limón?

-Arranca en 6,4% actual y bajará a cero en siete años. Hoy se exporta por unos U$S 175 millones anuales. Los arándanos tienen aranceles de 3,2% a 9,6% y pasan a cero desde el primer momento. Se venden cerca de U$S 30 millones a Europa. Uno de los factores esenciales de este acuerdo interbloques es que se deja de tener miedo a la incertidumbre por eventuales subas de los aranceles.

-¿Considera que son fundados los temores de algunos industriales y productores acerca del impacto negativo del acuerdo en sus actividades?

-Tenemos el tiempo suficiente para adaptarnos al nuevo escenario. Tenemos que hacer lo nuestro. Donde veamos que hay una competitividad, habrá que trabajar para fortalecerla y hablo en los tres niveles de Gobierno (nacional, provincial y municipal) para mejorar las condiciones al sector privado. Y se genera otra situación interesante. Supongamos que algún importador europeo quiera incrementar las compras a la Argentina de limón, arándanos, peras o manzana, el productor local tendrá que focalizar su inversión a dos o tres años, según lo que demande producir tal o cual planta. Los inversores, a su vez, se fijarán más en qué provincia volcarán sus capitales, tomando en cuenta las condiciones que le genera. Las mismas provincias tendrán que estar más atentas para saber cuánto cuesta la energía, si tienen caminos aptos, si la conectividad en internet permite avanzar con expedientes electrónicos y cómo está la institucioalidad. Desde la Nación hicimos nuestro aporte para mejorar esa competitividad, bajando de $ 4 a $ 3 las retenciones para 207 productos de las denominadas economías regionales. La competitividad se la fortalece entre todos los actores de la economía.

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