“Quedate callado o sos boleta”, fue la amenaza a los empleados de una inmobiliaria asaltada en Yerba Buena

Los atacantes usaron cinta de embalar a para maniatar a los trabajadores, en una oficina del complejo Open.

SECTOR. Los atacantes ingresaron armados a la oficina 34 del centro comercial de Yerba Buena. la gaceta / foto de hector peralta SECTOR. Los atacantes ingresaron armados a la oficina 34 del centro comercial de Yerba Buena. la gaceta / foto de hector peralta

“Quedate callado o sos boleta”. La amenaza resonó en la oficina 34 del complejo Open, en el momento en que dos hombres ingresaban de manera sorpresiva y tiraban al piso a Gabriel. En sólo tres minutos, los atacantes atarían con cinta de embalar transparente al empleado y se llevarían dinero en efectivo, cheques, una computadora, un celular y un maletín.

El hecho ocurrió el miércoles pasado, alrededor de las 19.30. Los dos desconocidos asaltaron la inmobiliaria que funciona en el primer piso del centro comercial, ubicado en avenida Perón al 1.600, en Yerba Buena. En ese momento, según los testimonios registrados, no había custodia privada ni policías circulando por el sector.

“Uno le puso la pistola en la cabeza, le pegaron una piña y le pidieron plata todo el tiempo. Hay una caja chica, donde algunas veces hay dinero y otras, no. Ese día, teníamos un poco de efectivo”, contaron en la administración de la firma ISN.

Un agresor estaba vestido de campera negra y jeans; tenía colocado un casco también de color negro. Habría sido una persona robusta, de 1,80 metro de altura y ojos oscuros. Su compañero llevaba una gorra blanca y una campera clara. Era delgado, tenía cabellera corta y habría medido 1,70 metro, de acuerdo a las descripciones que manejaban los investigadores.

“¡Dónde está la plata! ¡Dónde está la plata, hijo de p…!”, le gritaron a la víctima. Del lugar, los sospechosos habrían sustraído unos U$S 5.000 y otros montos en pesos y cheques, capital que manejaban en ese momento en el local. También se llevaron la billetera del personal -contenía documentación y dinero-, la computadora y el celular que serían de la empresa, entre otras cosas, informaron fuentes oficiales.

“No digas nada; no te muevas, si no, te pego un tiro”. Así se retiraron de la oficina y descendieron hasta la planta baja, donde subieron a una moto. “Se fueron por atrás del complejo. No había policía ni seguridad privada. La administración del Open había dado de baja la custodia en ese turno hace 10 días. Antes había seguridad las 24 horas”, explicaron en la firma.

Horas después, los dueños de la inmobiliaria lograron ubicar el celular robado a través del rastreo satelital. La primera ubicación fue en avenida Perón al 1.000. Según testimonios de los afectados, el segundo sitio detectado fue en la zona de calles Rapelli y Sebastián El Cano, en barrio Aguas Corrientes, San Miguel de Tucumán.

Los socios y la víctima de la inmobiliaria se dirigieron hasta este último sector siguiendo el rastro del GPS. Fueron acompañados por personal policial. “Fuimos hasta donde nos marcaba (el GPS), en la zona de Villa Muñecas. Nos empezaron a tirar piedras para que nos fuéramos. La Policía no quiso hacer frente a la situación y dijo que no se podía hacer nada”, expresaron los socios por diferentes vías de comunicación.

La causa

Conforme a datos de la causa judicial, se supo que los atacantes habrían tirado el teléfono celular a 100 metros del lugar del hecho. Un policía, que pasaba por ese punto, alzó el artefacto y pensó que se le había caído a uno de los ocupantes de la moto. El agente declararía en tribunales penales que se había dirigido luego a la casa de la novia. Allí, habría puesto a cargar el celular para “esperar la llamada del propietario” y así decirle que estaba en su poder. El policía entregó el aparato móvil en la comisaría de Cebil Redondo.

Los investigadores accedieron a videos de cámaras de seguridad de los locales del complejo Open. En las filmaciones se observaría la salida de los agresores. También habrían identificado al menos a uno de los autores del robo, según confesaron fuentes oficiales, y no se descarta que haya participado una tercera persona. Con esas pruebas, los pesquisas desecharían la presunción contra el agente que había recogido el teléfono móvil.

La fiscala de Feria, María Fernanda Bahler, dispuso la intervención de las áreas Inteligencia Criminal y de la Brigada de Investigaciones de Yerba Buena.

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