Tucumán, anfitrión del Congreso de la Caña de Azúcar

Un alto honor tendrá Tucumán desde mañana hasta el jueves, como sede del XXX Congreso Mundial de la Caña de Azúcar, instituido por la Sociedad Internacional de Tecnólogos de la Caña de Azúcar, entidad fundada en 1924, con sede en la Isla Mauricio. El encuentro mundial que por primera vez se realiza en la Argentina, será inaugurado oficialmente mañana y se desarrollará en nuestra provincia hasta el jueves. Luego se trasladará a Salta y Jujuy, donde concluirá el 8 del corriente.

Participarán de estas jornadas entre 800 y 1.000 delegados de más de 70 países, así como una cantidad similar de investigadores y técnicos argentinos. El encuentro tendrá lugar en el moderno centro de convenciones que se ha construido para este acontecimiento en un predio que la Sociedad Rural de Tucumán posee en Cebil Redondo, que es organizado por la Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar, con el apoyo del Gobierno nacional, junto a los referentes de la industria y los gobiernos provinciales y municipales involucrados.

Mañana se inaugurará oficialmente el simposio internacional, en el que participarán personalidades en el campo de la investigación y representantes de la industria

La elección de Tucumán como una de las sedes del simposio no ha sido azarosa. Considerada la industria madre de nuestra provincia, la caña de azúcar está enraizada en historia de Tucumán. En los siglos XVII y XVIII, ya se la cultivaba. Por impulso del obispo José Eusebio Colombres (1778-1859) que en 1821 tenía ya una plantación en su finca de El Bajo (actualmente el parque 9 de Julio), su cultivo se hizo más intenso. Allí cosechó cañas, les extrajo el jugo en un trapiche de madera rústico, movido por bueyes; fabricó azúcar mediante un rudimentario proceso de filtración de melazas en sucesivos recipientes de barro cocido. Nació así la industria azucarera. Cuando murió Colombres en 1859, funcionaban 24 fábricas en nuestro territorio. En la actualidad, existen 15 ingenios azucareros, 11 destilerías de alcohol y nuestra provincia es la principal productora azucarera del país, con más de 280.000 hectáreas implantadas.

Este simposio es importante por las implicancias que tendrá en nuestra industria sucro-alcoholera, a través de las conferencias de personalidades en el campo de la investigación, así como de representantes de los distintos factores de esta industria de los cinco continentes. Tucumán tendrá una activa participación: de los 188 trabajos seleccionados para su exposición, 33 han sido elaborados por la Estación Experimental Agrícola “Obispo Colombres”, institución creada en 1909, que desde hace mucho tiempo nos prestigia a nivel internacional.

Este encuentro será altamente beneficioso para este sector productivo de la provincia porque se presentarán los avances tecnológicos, así como las posibilidades de trazar nuevas rutas en la investigación, reflexionar sobre el potencial de la agroindustria sucro-energética y el porvenir de la caña de azúcar en la Argentina, así como de sus variados productos. En lo que se refiere a los aspectos productivos, se abordarán temas vinculados con el mejoramiento genético de las variedades de la especie, el manejo agronómico, el sanitario y el industrial, así como los avances en la producción limpia. Se reflexionará sobre el rol protagónico del bioetanol de caña de azúcar como generador de energía en la industria automotriz.

La concreción de este magno acontecimiento fue posible por el trabajo de los sectores público y privado que encararon juntos la organización; este ya comenzó a dar frutos el 22 de agosto pasado con la inauguración de un imponente centro de convenciones, cuya sala mayor tienen capacidad para 1.800 personas. Desde mañana, el mundo del azúcar tendrá los ojos puestos en Tucumán, por cierto, una honra y una gran responsabilidad.

Comentarios