Caso Barenbreuker: “para hacer los edificios necesitamos la confianza pública”

Fideicomiso de Barenbreuker, en Mendoza 45. Fideicomiso de Barenbreuker, en Mendoza 45. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO / IMAGEN ILUSTRATIVA
18 Octubre 2019

La empresa Barenbreuker & Asociados SRL dijo que su intención era terminar los desarrollos inmobiliarios articulados por medio de fideicomisos que son objetados en la Justicia civil y penal. Federico Rengel, abogado de esa firma, envió un correo electrónico a este diario en el que expresó que los cuestionamientos fueron generados por “tres beneficiarios” y que había inversores interesados en hacerse cargo de la construcción pendiente. “Para hacer los edificios necesitamos la confianza pública. La situación generada por tres beneficiarios, más allá de que tengan razón o no, generan daño al resto de los que compraron (unidades en pozo) porque los inversores se niegan a invertir si el conflicto está en la prensa”, manifestó. Rengel envió su posición luego de que este diario publicara que el Colegio de Arquitectos de Tucumán había cancelado la matrícula de Otto Fernando Barenbreuker (h), socio gerente de la empresa.

“Barenbreuker & Asociados SRL es la fiduciaria de los fideicomisos que tienen por objeto los edificios de Mendoza 45, San Lorenzo al 800, Córdoba esquina La Merced y Las Heras 175: no es la persona física de su socio gerente”, afirmó el abogado. Este añadió que los adquirentes de departamentos, cocheras y locales “mayoritariamente” querían que los edificios sean levantados, y no la liquidación judicial de los fideicomisos, como está ocurriendo con el proyecto de la calle Mendoza 45.

“La empresa va a cumplir con sus obligaciones, pero, para ello, necesita que se considere la situación de la construcción en la Argentina, y un poco de comprensión por parte de los compradores y de la opinión pública generada por su prestigioso medio”, reflexionó Rengel, quien comentó que Otto Fernando Barenbreuker (h) se había enterado por el diario que el Colegio le había retirado su matrícula de arquitecto. El letrado reiteró: “necesitamos que todas las partes involucradas adopten un estado de ánimo que nos permita llegar a un final feliz”.

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