La Policía defiende la tarea de los agentes a los que una mujer denunció por agresión

Myriam Prieto denunció que había sido golpeada por uniformados en la comisaría vallista.

DENUNCIA. La víctima, de 44 años, muestra lesiones en su cuerpo.  DENUNCIA. La víctima, de 44 años, muestra lesiones en su cuerpo.
06 Enero 2020

La autoridades policiales de El Mollar tienen previsto presentarse hoy ante la Fiscalía de Feria para explicar cómo actuó el personal de la comisaría de esa comuna el miércoles pasado, tras la denuncia de una mujer contra efectivos por agresiones.

Luis Ibáñez, secretario de Seguridad de la provincia, informó ayer que se iniciaron investigaciones judiciales y administrativos para poder esclarecer lo sucedido esa madrugada y “deslindar” responsabilidades respecto de la acusación de la víctima.

De acuerdo con el informe remitido por la comisaría de la villa veraniega, se habían registrado en ese momento desórdenes y conductas agresivas de la mujer por “efecto del alcohol”. Esto había ocurrido a la salida de un boliche.

Myriam Prieto, de 44 años, relató que había ido a bailar junto con familiares a un local de El Mollar. Al retirarse, discutió con policías y fue detenida, al igual que sus sobrinos. Denunció también que había sido golpeada en la comisaría por personal de la zona, luego del incidente en la vía pública.

Según la mujer, cerca de las 6, su sobrino B.C. (la víctima pidió que su identidad se mantuviera en reserva) fue a buscar la camioneta Fiat Strada en la que se movilizaban. En el trayecto, rozó accidentalmente a un móvil policial. Ahí, los efectivos le labraron una multa por tener vencida la Verificación Técnica Vehicular (VTV) y la póliza de seguro. “No nos dejaron mostrar los papeles para demostrar que estábamos en regla”, explicó Prieto.

La mujer señaló que había forcejeado con varios oficiales, quienes la llevaron a la comisaría. Según la acusación, la víctima y de sus parientes, todos fueron agredidos, esposados y encerrados en un cuarto. Remarcó, inclusive, que algunos uniformados estaban alcoholizados. “Nos quitaron los celulares, nos obligaron a firmar papeles y nos siguieron pegando durante toda la mañana”, contó, entre otros detalles.

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