Caso Mariotti: “Salis había sufrido amenazas directas de Gordillo”

Diéguez, abogado del detenido, afirmó que el principal sospechoso amedrentaba a su defendido para que se mantenga en silencio.

VÍCTIMA. Pablo Mariotti. VÍCTIMA. Pablo Mariotti.

Yamil Salis, Solange Manzanares Beltramino y Rolando “Roly” Morán vienen contando los días de encierro en las distintas dependencias policiales. Los tres jóvenes fueron detenidos, en ese mismo orden, durante la última semana de la investigación judicial, al ser sospechosos del crimen de Pablo Maximiliano Mariotti, ocurrido el viernes 7 de este mes. En reclusión, esperan las definiciones respecto de su situación procesal y de lo que deberán afrontar ante una posible acusación penal definitiva, según informaron sus respectivos representantes legales.

Alejandro Diéguez, abogado de Salis, afirmó que el muchacho no ha vuelto a declarar, tras haber contado dónde había sido enterrado el cuerpo de la víctima, de 36 años. “La fiscal (por Mariana Rivadeneira) tiene 10 días hábiles para ver la situación procesal. La imputación sobre él, en ese momento, era provisoria: haber tenido alguna vinculación con Lucas Gordillo (principal sospechoso), quien era socio de Mariotti y habría participado en la desaparición”, dijo el letrado.

Salis fue la primera persona que declaró como acusado en el proceso. Lo hizo el jueves 20 pasado. Diéguez remarcó que a partir de esos dichos se habían efectuado las medidas procesales que permitirían dar con el cuerpo de Mariotti, que estaba enterrado en el patio de una vivienda de calle Olleros al 100, en la zona sur de la capital. “En cuanto a la camioneta y la participación que tenían cada uno, no se hizo (entonces) ninguna imputación. Con base en el trabajo de la Fiscalía, habría nuevas acusaciones y nuevos hechos. Esta semana, seguramente, habrá declaraciones”, afirmó el letrado. “No se descarta que haya más detenciones. Esto, sin embargo, no ha surgido de la declaración de Yamil”, añadió.

DETENIDA. Manzanares habría participado en el ataque. DETENIDA. Manzanares habría participado en el ataque.

En línea con las declaraciones del abogado, Cecilia Gordillo, hermana del hombre fugado, afirmó que habría más involucrados en el caso. “Están las pruebas en el celular que le entregué a la fiscal. Son dos, y uno de ellos vino a mi casa el jueves a la noche manejando la moto de ‘Maxi’, cuando no le prestaba a nadie la moto”, explicó.

Amenazas

Diéguez confesó que Salis había estado “muy preocupado por la situación” los días previos a su arrepentimiento. “Había sufrido amenazas directas de Gordillo para que se mantenga en silencio. Ahora, en detención, está más tranquilo y está confiando en el trabajo de la Justicia”, manifestó.

Entre las hipótesis, los investigadores han sostenido que Gordillo (continúa prófugo), Morán y Manzanares Beltramino habían planeado ingresar a la vivienda de la víctima, ubicada en La Madrid al 1.300, entre el jueves 6 y viernes 7 pasados. La intención del grupo era sustraer el dinero, títulos de propiedad y otros elementos de valor que podía haber adentro de la casa. Es que meses antes, la víctima había recibido una importante herencia por el deceso de la madre. Según la acusación, los dos hombres entraron y le causaron la muerte “estrangulándolo con dos sogas en el cuello”.

VÍCTIMA. Pablo Mariotti. VÍCTIMA. Pablo Mariotti.

Como segundo paso, Salis se habría presentado en la residencia de Mariotti con su camioneta doble cabina para cargar y trasladar el cuerpo a otro sector de la ciudad. Además, habrían provocado el incendio en la habitación de la víctima esa noche para destruir cualquier rastro.

Manzanares Beltramino, en ese entramado, recibió todo lo sustraído en su vivienda de Manuela Pedraza al 400, donde vive actualmente con su hijo pequeño. Luego, los tres muchachos se trasladaron en el vehículo hasta el taller ubicado en Olleros, donde trabajaría Salis. Para generar distracción, abandonaron también la moto Yamaha del fallecido en la ruta 9, a la altura del ex Arsenal.

IMPUTADOS. Manzanares y Salis, en una reunión social. IMPUTADOS. Manzanares y Salis, en una reunión social.

Ernesto Baaclini, defensor de la joven, pidió la detención domiciliaria, por ser madre de un menor de edad. La presentación la había efectuado, tras la declaración, ante Mariana Rivadeneria, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Complejos.

“Solange vive sola y la madre, en otro lugar. Hasta hoy (por ayer) no ha vuelto a ver a su hijo. Podría hacerlo el miércoles, día de visita, si la gente de la unidad la autoriza -está alojada en la Brigada Femenina, en calle Buenos Aires al 400-”. Más allá de que la madre u otra persona pueda cuidarlo, el niño reconoce sólo el cariño y el afecto de la madre”, agregó el defensor.

Baaclini expresó también que, según conocía, el padre del hijo de Manzanares Beltramino era “un joven de apellido Toro”, aunque no reconocía si esta persona pertenecía al clan del mismo apellido.

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