18 Mayo 2020
EN RECLAMO. Choferes protestaron la semana pasada frente a la sede de UTA, en Laprida 300. FOTO: LA GACETA / Inés Quinteros Orio.
El secretario general de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) en Tucumán, César González, ratificó la decisión de sostener el paro por la falta de pago a los cerca de 4.000 choferes, mecánicos y otros afiliados al gremio. La medida de fuerza, que cumple siete días, mantiene paralizado el servicio de colectivos en la provincia.
"Hemos parado, paramos y pararemos porque, a pesar de haber trabajado y de haber enfrentado la pandemia con temor, lo hicimos con la convicción de que, como trabajadores del transporte, debíamos sumarnos a esta batalla. Y al día de hoy nos encontramos sin cobrar nuestro salario. Y como ya es sabido, nada tiene de ilógico, ni de irracional, ni de imprudente que quien ha trabajado durante todo el mes quiera recibir el sueldo que honradamente tiene ganado", señaló González.
Además, defendió la medida de fuerza. "Hoy nuestra emergencia no es sólo la pandemia, también enfrentamos la emergencia de 'parar la olla', de dar a nuestras familias lo que necesitan para vivir dignamente", sostuvo el dirigente gremial.
Y cargó contra la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), que nuclea a las prestatarias del servicio público en esta provincia.
REFERENTE GREMIAL. César González, secretario general de UTA. FOTO LA GACETA / INÉS QUINTEROS ORIO
"Que a nadie le resulte extraño que paremos, nos manifestemos y protestemos, porque es lo que hacemos cuando nos defraudan, cuando no cumplen, cuando nos engañan; sólo reclamamos y pedimos lo que nos corresponde", insistió.
González remarcó que los trabajadores son "conscientes de la gravedad de la situación que atraviesa nuestra provincia, el país y el mundo". "Por ello también defenderemos cada fuente de trabajo, por la importancia que tiene para cada uno de nosotros, por la constante amenaza, por lo que implica el riesgo a perderlo, aún más en tiempos de crisis", destacó.
Y desligó al gremio del reclamo empresario. "Paramos porque las necesidades de nuestras familias no entienden de competencias nacionales, provinciales, ni municipales, de rendiciones de cuentas, de ecuaciones económicas, utilidades, ni de beneficios impositivos. No permitiremos que miren al costado y exigiremos con firmeza nuestros derechos y lo que nos corresponde siempre", aseveró.
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