NOVELA
PENÉLOPE Y LAS 12 CRIADAS
MARGARET ATWOOD
(Salamandra – Barcelona)
Margaret Atwood, la escritora canadiense con dos premios Booker -el último en 2019 con Los testamentos- ha recibido numerosos reconocimientos, sobre todo a partir de 2017 con El cuento de la criada.
Una paródica versión del mito griego de Odiseo realizada con desenfadados juegos irónicos. Ubica su mirada en Penélope y relata particularidades de esta inteligente mujer que no son únicamente su fidelidad y sus manos tejedoras en un santuario a la espera del regreso de Odiseo durante 20 años, sino que, mediante una interesante estructura formal, su “fantástica” autobiografía, Penélope narra desde la muerte y lo incorpóreo, en otra dimensión, sombras que enlazan tiempos entre un pasado milenario y un presente actual.
Desafiante, confronta con los versos de Homero en un perspicaz anacronismo por el que su voz y las de sus doce criadas se relacionan con el siglo XXI, tan violento y crítico como el mundo representado en la Odisea.
De su ingenio emanan notas de humor irónico, mientras Penélope, instalada en el Hades junto a los otros, narra los dotes seductores de Odiseo, su lucha con los inescrupulosos pretendientes, los caprichos de “malcriado” de Telémaco, hijo del matrimonio, y las ínfulas de la “femme fatale” Helena de Troya.
Penélope no es solo la mujer fiel que espera, no bella como Helena, sino práctica y astuta, que, a través de las voces del coro griego, les da potestad a las doce criadas para sumar versiones sobre ella y Odiseo, y cuestionar el asesinato de estas esclavas fieles, violadas, usadas, vilipendiadas. Une anacrónicamente dos épocas de tremenda violencia en donde toma corporeidad su mirada sobre los femicidios de esta contemporaneidad.
Penélope, una heroína mirada a la luz del siglo XXI, se aleja de la tradición del mito griego para responder al heroico Odiseo de Homero.
Margaret Atwood, una exploradora impetuosa de la naturaleza del mito que se ubica en el lugar de Penélope y sus doce criadas. Reaviva sus misterios, nos turba y nos atrapa.
© LA GACETA
Liliana Massara