El Vaticano calificó hoy a la eutanasia como "un crimen contra la vida". Además, aseguró que esa práctica, el suicidio asistido y el aborto "degradan la civilización humana".
"El valor inviolable de la vida es una verdad básica de la ley moral natural y un fundamento esencial del ordenamiento jurídico", planteó el Vaticano en la carta "Samaritanus bonus", publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe y aprobada por el papa Francisco. En la misiva reitera la condena de toda forma de eutanasia y de suicidio asistido.
En el escrito divulgado hoy, la Santa Sede plantea que "toda cooperación formal o material inmediata a tal acto es un pecado grave" que "ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo".
"Así como no se puede aceptar que otro hombre sea nuestro esclavo, aunque nos lo pidiese, igualmente no se puede elegir directamente atentar contra la vida de un ser humano, aunque éste lo pida", reiteró el Vaticano, en línea con su histórica posición.
"Suprimir un enfermo" que pide la eutanasia "no significa en absoluto reconocer su autonomía y apreciarla", sino al contrario, significa "desconocer el valor de su libertad, fuertemente condicionada por la enfermedad y el dolor, y el valor de su vida", según la nueva carta, presentada este martes en la oficina de Prensa de la Santa Sede.
Según plantea la carta parafraseando la Constitución posconciliar Gaudium et spes, "aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador".
Además, de acuerdo a la carta, "aquellos que aprueban leyes sobre la eutanasia y el suicidio asistido se hacen, por lo tanto, cómplices del grave pecado" y son "culpables de escándalo porque tales leyes contribuyen a deformar la conciencia, también la de los fieles". (Télam)