Trabajo comprometido y solidario de los docentes

05 Octubre 2020

Es uno de los pilares donde se asienta una sociedad por la gran responsabilidad que significa contribuir a la formación de las personas. “Un profesor trabaja para la eternidad: nunca sabrá hasta dónde llegará su influencia”, sostenía el historiador Henry Brooks Adams (1838-1918). Todos los 5 de octubre desde 1994, se conmemora el Día Mundial de los Docentes, que este año tiene el lema “Docentes: liderar en situaciones de crisis, reinventar el futuro”.

Según la Unesco, la pandemia del coronavirus ha aumentado los desafíos a los que hacen frente los sistemas educativos en todo el mundo. “No se exagera si afirmamos que el mundo se encuentra en una encrucijada, y que ahora más que nunca, debemos trabajar con los docentes para proteger el derecho a la educación y guiarlo en el contexto evolutivo que ha provocado la pandemia. La cuestión del liderazgo de los docentes con respecto a las respuestas a la crisis no es solo oportuna, sino también esencial en cuanto a las contribuciones que aportan los docentes con miras a proporcionar un aprendizaje a distancia, apoyar a las poblaciones vulnerables, volver a abrir las escuelas y garantizar que puedan atenuarse las brechas en el aprendizaje.”, señala el organismo mundial.

Hace poco tiempo, el ministro de Educación de la Nación ponderó el “enorme esfuerzo” que están realizando los educadores durante la pandemia para tomar contacto con sus alumnos en forma virtual, y dijo que los maestros “han podido crear nuevas formas para que el aislamiento no impida estar cerca”.

Este virus ha desnudado profundas desigualdades sociales y económicas de vastos sectores de la sociedad, excluidos de las nuevas tecnologías a las que se ha apelado para que los chicos siguieran conectados a la escuela desde la casa, pero también una buena parte de los educadores se ha visto en aprietos por la falta de capacitación o de medios para hacer uso de las herramientas cibernéticas. Sobre el asunto, el ministro Nicolás Trotta señaló que la desigualdad educativa en una Argentina profundamente desigual es mucho más compleja que la resolución de una dimensión tecnológica que permita la mejorar los procesos enseñanza en el contexto de la pandemia.

“Profesores les pagan internet de su bolsillo a los chicos para poder rendir. Un gesto solidario que se repitió en distintas comunas y en el cinturón del Gran San Miguel de Tucumán”, se titula la crónica publicada en nuestra edición del viernes. Alrededor de 10.000 alumnos deberían rendir exámenes de terminalidad y materias pendientes del nivel medio, pero no todos pueden hacerlo por falta de recursos económicos y tecnológicos. Por esa razón, en varios establecimientos, los docentes hacen una colecta común para proveer de datos virtuales a sus alumnos para que recarguen sus celulares. En algunas escuelas medias, como la de Romera Pozo y la de Mancopa, las recargas son de carácter voluntario. “El examen se realiza en dos partes teniendo en cuenta que los equipos de algunos chicos son básicos y no pueden descargar Apps como Zoom o Meet; por eso solo usamos WhatsApp. La primera parte del examen es escrita y la segunda es una videollamada en la que el alumno defiende su trabajo”, dijo una docente.

Desde todo punto de vista, es loable esa iniciativa de muchos docentes que apelan a esta solidaridad con sus alumnos, cuando debería ser obligación del Estado de proveer las herramientas básicas para que el hecho educativo sea posible y mucho más en estos tiempos de pandemia. A menudo con el agregado de otras responsabilidades que exceden su labor educativa, muchos docentes han ejercido con responsabilidad y compromiso su labor. Sin duda, ellos siguen siendo un rol fundamental en el desarrollo de una comunidad.

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