El fútbol da muestras de hacer camino al andar

Con el comienzo de las Eliminatorias Sudamericanas que otorgarán cuatro plazas directas al Mundial de Qatar 2022 (para un quinto equipo habrá una chance más con una repesca), el fútbol del continente dará desde hoy un paso más para darle forma al particular concepto de normalidad que se fue forjando en medio de una situación sanitaria que lejos está de ser contenida. Para los fanáticos del fútbol, que ya tuvieron en esta parte del mundo el regreso de la Copa Libertadores hace algunas semanas, todo esto es un bálsamo luego de haber permanecido meses sin poder darle curso a su pasión. Y si a ello se suma que desde la Asociación del Fútbol Argentino se deslizó que es casi un hecho que el torneo de Primera división tendría su puntapié inicial el último fin de semana de este mes, estamos frente a un panorama de competencia que abre expectativas, aunque también numerosos interrogantes.

¿Qué valor tiene el hecho de que la pelota vuelva a rodar y picar en medio de una situación delicada? Se pueden apuntar razones de todo tipo. Desde psicológicas a económicas. Queda claro que el mundo, tal cual se está manifestando debido a la pandemia de coronavirus, requiere de acciones. Es lo que se está haciendo para evitar la propagación del virus, para contener a quienes se contagian, para ayudar a los que ven comprometidas sus formas de vida, para mitigar el dolor de las pérdidas. Sigue siendo fundamental quedarse en casa, salir sólo cuando sea necesario, evitar la propagación de la covid-19 y ayudar con ello a quitar presión sobre los sistemas de salud.

Pero, con los cuidados del caso, hay que seguir adelante. En el caso que nos ocupa, el deporte entendido como un fenómeno social y cultural de gran importancia, ocupa un rol de alta sensibilidad. Más allá del eco que alcanza al ser difundido por los medios, se trata de una actividad que cumple dentro de la sociedad una función sociopolítica. A nadie escapa que el desarrollo del deporte está ligado con la actividad humana y su concepción tal como la entendemos en la actualidad. Quizás la música representa un fenómeno social equiparable, aunque de dimensiones y naturaleza diferentes.

Muchos autores intentaron ahondar en las raíces del concepto que habla de “fenómeno”. Queda implícito que, donde quiera que se da el hombre, se da el deporte. Y sólo en el hombre, este se puede concebir. Es en esencia uno de los mejores recursos que tiene la humanidad hoy, ya no solamente para mantenerse en estado físico y mental, sino para vivir, desarrollarse, esparcirse y entretenerse.

Vale decir que, así como el fútbol representa tal vez la mayor expresión humana hoy en materia de deportes, no es la única actividad en la que se está trabajando en esa búsqueda de recuperar la normalidad. Por caso, en nuestro país, además del regreso de las prácticas en diversas disciplinas, ya hay competencias de automovilismo y de turf. Es decir, se dieron en las últimas semanas pasos importantes para recuperar terrenos que la pandemia mantuvo cercados.

Es lógico que en el actual contexto, un regreso del deporte en general y del fútbol en particular genere preguntas, planteos, cuestionamientos e incluso temores. Al mismo tiempo, se requiere un ejercicio amplio de reflexión sobre las implicancias. Sirve decir que los protocolos para el regreso pasan por un exhaustivo análisis. Y que con los controles y la responsabilidad adecuados, debemos hacer camino al andar.

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