“Este enero parece más un diciembre”, expresó hace unos días un periodista de nuestro diario, en una charla en un grupo de WhatsApp. Se refería a las tensiones sanitarias que no han amainado incluso terminadas las fiestas de fin de año ni con el comienzo de la temporada de verano, las vacaciones, la época de relajarse y distenderse.
Algo de eso es lo que se vive en Tafí del Valle, donde la temporada estival comenzó con exigencias para todos lados.
Para los turistas, que deben respetar los protocolos del distanciamiento social, el uso del barbijo, el lavado frecuente de manos, los saludos de lejos, las mesas reducidas en los bares y el uso permanente de sanitizante.
Para los gobiernos en todos sus niveles, que tienen en sus manos hacer respetar las normativas vigentes para prevenir los contagios de covid-19, una amenaza más activa que nunca y que requiere de un esfuerzo extra en su rol de garantes de la ley. Y también, quizás con más fuerza, para los empresarios.
Tafí del Valle se ha llenado de emprendimientos. Algunos nuevos, otros como sucursales de negocios de la ciudad.
Para ellos, la exigencia es doble: por un lado, hacer respetar las norma y, por el otro, ofrecer un servicio de calidad óptima. Teniendo en cuenta el enorme esfuerzo que han hecho los turistas para llegar hasta este destino, el predilecto de Tucumán, no son tiempos de fallar.
Por el contrario, son tiempos de brillar en cuanto a la calidad del servicio. No puede haber nada librado al azar porque si bien puede no ser una temporada como la que se soñaba hace algunos meses, sí será una enorme vidriera para el futuro próximo. Los ojos están puestos en Tafí del Valle, los ojos de los tucumanos y de los viajeros de todo el país.
Los primeros días de enero esta premisa no ha sido entendida por todos los eslabones que conforman la cadena del turismo. Muchos bares se quedaron sin productos, incluso los más básicos, y los turistas se llevaron una mala primera impresión.
¿Cómo es posible que, apenas comenzadas las vacaciones ya hayan recibido un no como respuesta? Se han multiplicado las quejas de consumidores que sintieron que algunos locales no estaban a la altura de las circunstancias y, afortunadamente, los emprendimientos han tenido una segunda oportunidad para levantar el perfil. Difícilmente haya una tercera.
Ha transcurrido la primera semana de la temporada. Tafí del Valle recibe a los turistas con obras en la calle principal, la avenida Perón, donde se está cubriendo el canal que corre paralelo.
Cabe preguntarse si no era una obra para hacer en otro momento, para no sumar una nueva incomodidad a un tránsito ya de por sí caótico, sobre todos los fines de semana.
Por lo demás, las opciones de gastronomía, compras y actividades son variadas y de calidad, para todos los gustos y bolsillos.
Ahora, con las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno nacional, será responsabilidad de los prestadores -una vez más- lograr que la experiencia de los turistas sea la mejor posible. Tafí del Valle tiene su oportunidad de brillar esta temporada y sería un crimen no aprovecharla.