Por Fabio Ladetto
10 Enero 2021
PROTAGONISTAS. Vanesa González y Juan Tupac Soler compusieron los personajes de la imperfecta historia de amor de “El rumor de las palomas”.
El año comenzará con teatro tucumano de estreno. Esta vez no será presencial, sino a la distancia y por el sitio de internet del Teatro Nacional Cervantes, institución que convocó y organizó el certamen Nuestro Teatro; las obras premiadas fueron filmadas en su escenario y se comenzaron a proyectar en diciembre. Este mes será el turno de “El rumor de las palomas”, de Mario Costello.
El dramaturgo presentó su texto y fue uno de los 21 elegidos por el jurado entre los 1.548 en competencia para este premio que, aparte de la filmación y proyeción nacional, implica $60.000. Aparte de ser la única ganadora de la región en ese listado (en otra selección paralela se distinguió a una obra del catamarqueño Alberto Moreno), integra la nónima de apenas siete que no son de Capital Federal (otras cuatro son de provincia de Buenos Aites, otra es de Rosario y una de Córdoba).
El rodaje ya fue hecho y editado. La representación fue dirigida por Lorena Romanín, con un elenco integrado por Vanesa González y Juan Tupac Soler en una historia de amor que tiene varias interpretaciones, según le reconoce la puestista a LA GACETA.
- ¿Cuál fue el primer impacto que sentiste al leer el texto de Mario?
- En realidad es una obra que tiene cierto hermetismo. La tuve que leer varias veces para comprender del todo lo que quería decir el autor. Hay un tema de la pareja que aparece en varios signos del texto, pero al mismo tiempo pide varias lecturas para dejarse ver. Y así y todo lo que les pasó especificamente no es tan claro. No quiero ser mas explícita para no spoilear la propuesta.
- ¿La elegiste o te fue asignada?
- Me fue asignada, los actores me fueron sugeridos pero con nombres como los del elenco no puedo que estar más que agradecida, son dos bombones de personas y muy talentosxs. Sí elegí a mi equipo artístico; Gabriela Gerdelics, escenógrafa y vestuarista, y Diego Becker, disenador de luces. También convoqué a Sami Abadi, un violinista que es mucho mas que un músico.
PREPARANDO LA ESCENA. Montaje técnico en la sala María Guerrero.
- ¿De qué forma se construyó la relación con la obra? Mario la define como una historia de amor, pero de la cara imperfecta de ese amor...
- El tema de la pareja nos atraviesa a todxs de 1.000 maneras, así que no fue difícil llegar a los climas que propone el texto. Yo no le encuentro la cara perfecta todavía a las relaciones. Hay momentos, pero es más bien complejo y en general, por lo menos a mí, me hace ver todas mis sombras. Es el ámbito por excelencia que me sirve mucho para crecer.
- ¿De que manera desarrollaste el proceso de creación escénica?
- Fue una experiencia muy particular y única. No suelo trabajar para nada como lo hice. Me generó mucha ansiedad tener que decidir toda la estética de la obra sin haber ensayado con los actores. Sólo trabajamos juntos 10 días, hicimos algunas lecturas por Zoom antes pero la verdad es que fue un desafío. Un desafío que salió muy bien, por cierto.
- ¿Conocías la producción dramatúrgica de Mario antes de este contacto? ¿Estás al tanto de lo que está pasando en el teatro en las provincias, especialmente en Tucumán?
- No conocía la produccion de Mario. En relación a Tucumán específicamente, sé que tiene excelente teatro y conozco muchos artistas que son de ahí. De hecho trabajo desde hace años con Silvia Villazur, una excelente actriz, que es parte de mi obra “Como si pasara un tren”.
- ¿La pandemia condicionó tu puesta en escena?
- El contexto pandémico mata al teatro. Es terrible. En el caso de esta obra, que en realidad parte de una iniciativa que se desarrolla para dar trabajo a lxs artistas, fue cumpliendo todos los protocolos sanitarios. Esto quiere decir, por ejemplo, que los actores no podían estar a menos de dos metros ni pasarse un objeto en escena. Imaginate.
- Si hubiese público en la sala, ¿la habrías montado distinta?
- Supongo que sí. Lo que pasa es que pensar en salas a medias tampoco es muy feliz, pero es mejor que esto. Hay una expectativa muy vaga con respecto a cómo seguirá todo esto, especialmente respecto a los proyectos que quedaron a mitad de camino.
- ¿Puede llamarse teatro a las funciones por streaming o hay que crear una nueva categoría?
- Para mí no es teatro. En el caso de este proyecto, los ensayos y el espacio fueron importantes ya que implicaron volver al trabajo; pero no tuvimos funciones, tuvimos rodaje.
- ¿Cómo llevaste el año pasado, tan complejo?
- Estoy con trabajo; escribo también y doy clases de dramaturgia. Y lo aproveché para hacer una maestría, así que tiempo no me sobró.
- El reclamo de la reapertura de las salas suena fuerte en todo el país. ¿Lo ves posible en lo cercano?
- Lo que pasa es que hay poca coherencia. Entiendo que es complejo el tema del covid-19, pero la gente ya está relajada; entonces no es tan lógico que no haya forma de abrir teatros o colegios. En el caso de la educación me parece terrible, también.
- ¿El arte y la cultura están desatendidos desde los Estados (nacional, provincial o municipal)?
- Somos un grupo muy afectado. Hay algunos subsidios y esta iniciativa fue muy buena, pero no alcanza y hay perspectivas a futuro. Es muy complejo.
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