16 Febrero 2021
INOLVIDABLE. Kempes y Luque celebran uno de los goles en la final del Mundial 78 que Argentina le ganó a Holanda.
Leopoldo Luque fue un referente del fútbol argentino. Un delantero incansable y luchador que se destacaba en el área rival. Peleaba todas las pelotas. En una época donde jugar en el seleccionado nacional no era sencillo, se convirtió en un jugador indiscutido. Se hizo dueño del puesto y su aporte fue determinante en el Mundial que Argentina ganó en 1978. Marcó una época en el equipo nacional. Después aparecieron otros delanteros como Ramón Díaz y Gabriel Batistuta, pero cuando se habla de un centrodelantero que lució la camiseta celeste y blanca hay que hablar de él.
En esos años fui convocado a integrar el seleccionado juvenil y tuve la suerte de compartir el predio de entrenamiento con la principal. Ahí pudo verlo, aunque no tuve una relación directa. Con el que más hablaba era con Ricardo Villa, quien siempre me preguntaba sobre el fútbol tucumanos.
En la década del 70 enfrentamos varias veces a River en el Nacional y él ya era una figura consolidada.
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Jacinto Eusebio Roldán
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