Mujeres de nuestra provincia: Agueda Tejerina de Posse

Tucumán retro.

Luego de ocurrida la primera Invasión Inglesa, todo era inquietud y temor en el Virreinato del Río de la Plata. Se esperaba una segunda invasión. Estaba cantado que el imperio inglés no dejaría que lo expulsaran del tan deseado puerto de Buenos Aires. Se formaron entonces tropas en las provincias que partían a ayudar en la defensa de la capital del virreinato. 

En medio de aquella angustia, y fuera de todo lo esperable para una mujer de aquella sociedad colonial, el 10 de marzo de 1807, la joven Agueda solicitó el apoyo de sus conciudadanas: “Aunque la honestidad del sexo nos excluye de la comparecencia personal (...) no por eso niega otros recursos para demostrar que nuestros deseos se anivelan con los que han dado a luz los nobles ciudadanos del pueblo”. Pidió por un esfuerzo cualquiera, sea monetario o laboral: Hubo quien ofreció joyas, quien puso a disposición su oficio y quien ofreció sus hijos. 

No era nada frecuente esta aparición de una mujer en los asuntos públicos, aunque haya estado dirigida a otras mujeres. “Nuestro sexo jamás puede reputarse de mejor condición en esta parte y así es preciso que expliquéis vuestros sentimientos”. Y eso no fue todo. En la invasión a Buenos Aires, otra mujer también pasó a la historia luego de matar un soldado inglés y quitarle sus armas. Se llamaba Manuela Pedraza y se la conoce como “Manuela la tucumana”, aunque de ella carecemos de retrato.

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