Por Sebastián Rosso
17 Marzo 2021
Margarita, la hija mayor de don Abud José Bachur, tuvo que abandonar su sexto grado para ayudar a su padre en el negocio de la fotografía. Abud había llegado a la Argentina con otros inmigrantes sirios alrededor de 1905 y, ya instalado en Tucumán, en 1913 abrió la casa de fotografías “Luz y Sombra”. El establecimiento pasó por varias locaciones y sumó a la niña como operadora de la cámara en 1935. Desde fines de los 20, otra mujer, Prudencia Argentina Oliva, los acompañaba en el laboratorio y el retoque de negativos. Don Abud murió en noviembre de 1955, lo que dejó sola a Margarita detrás de la cámara y frente al negocio hasta cerrar sus puertas en 1998. Cinco años antes le había dado una serie de entrevistas al fotógrafo e investigador Darío Albornoz (quien le tomó la foto que publicamos). Margarita recordaba así su inicio en la fotografía: “empecé a colaborar con mi papá justo un mes antes de cumplir los trece años (…) A los dos o tres días de estar en el estudio, mi papá me dio explicaciones. Las primeras fotos no salieron muy bien y después me largué sola, en fin”. La dedicación dio sus frutos. Hasta los 76 años se mantuvo al frente de “Luz y Sombra”. “El negocio y la fotografía han sido mi marido y mi hijo porque me han llenado la vida. Yo ahora lo hago con mucho cariño”. Murió el primero de febrero de 2000.
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