La falta de vacunas en el mundo contra el coronavirus ha llevado a muchos países a plantearse la posibilidad de diferir la segunda dosis para poder inocular a un número mayor de personas.
En Argentina la situación no varía respecto a otros lugares. La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, indicó este miércoles que se estudia esta posibilidad en el país, y destacó que en lugares como Reino Unido o Canadá dieron buenos resultados y disminuyeron la mortalidad.
La funcionaria remarcó que "se van a dar dos dosis pero se va a diferir la segunda (dosis) para vacunar a más personas. Esto disminuirá los casos fatales. Mañana se definirá junto al resto de las provincias y a Nación”.
En este contexto, muchas personas tienen la duda sobre qué protección brinda una sola dosis de la vacuna y si no se corre el riesgo de perder la inmunidad cuando pasan las tres semanas de la primera inoculación. LAGACETA.COM.AR consultó a profesionales de la salud sobre los pro y los contra de esta opción que piensa el Gobierno.
"En el contexto epidemiológico por el que estamos atravesando, es posible diferir la aplicación de las dosis. Con una dosis se empieza a generar los anticuerpos y alcanzan un nivel adecuado. La inmunidad dura según los estudios aproximadamente entre cinco y seis meses; y tiene una efectividad de entre el 60% y 70%. Ahora bien, la aplicación de la segunda dosis es fundamental para reforzar la primera y alcanzar una inmunidad que puede llegar hasta el 90%", explica Gustavo Costilla Campero, jefe del servicio de Infectología del hospital Padilla.
El profesional de la salud indicó el porqué de la necesidad de un segundo refuerzo. "Las vacunas tienen dos propiedades, por un lado la especificidad que busca generar anticuerpos específicos al antígeno que se le va a presentar, y en segundo lugar la memoria por este tema se necesitan más de una dosis".
"Estas estrategias se utilizan cuando hay escasez de recursos, como estamos viendo con la vacuna en todo el planeta. Lo importante es tener la mayor cantidad de personas con un nivel de inmunidad para detener la transmisión del virus", agregó Campero.
La infectóloga Aída Torres también se mostró a favor de priorizar la primera dosis de las vacunas contra el virus SARS-CoV-2. "Teniendo en cuenta los resultados de la respuesta inmunitaria de las vacunas, los laboratorios que han fabricado la vacuna han recomendado espaciar las dosis; para desencadenar un "nivel x" de anticuerpos para evitar la progresión de la enfermedad en los pacientes de riesgo".
La especialista destacó que es una situación excepcional y recurrir a este tipo de medidas "busca salvar la mayor cantidad de vidas posibles". "Ante la falta de dosis es mejor que se inmunice la mayor cantidad de personas posibles. Ahora bien, es necesario destacar que a pesar de la vacunación tenemos encima la segunda ola. Lo único que nos queda y le pido a la población respetar los protocolos sanitarios, porque son más necesarios que nunca", enfatizó.
"Lo importante de la primera dosis es que nos permite generar una protección que va a evitar una internación grave por el virus. En este contexto, es posible que los cuatro meses aproximadamente que muchos extienden para la segunda dosis; se pueden aprovechar para en este tiempo vacunar a otras personas, y generar la mayor cantidad de personas protegidas contra la covid-19", continúo Torres.
Por su parte, la infectóloga Adriana Bueno, sostuvo que es una medida que sirve; pero remarcó la necesidad de que lleguen las vacunas al país. "Es una medida en una situación desesperada, porque no hay vacunas. No es lo recomendado, pero es algo que aparenta ser posible ante la presencia y el avance de la segunda ola".
"Esto no es una novedad, ya se hizo en otras pandemias. Busca dar una respuesta a la mayor cantidad de gente posible y trata de cortar la cadena de transmisión. Porque en definitiva la vacuna busca detener la transmisión, detener el virus y bajar la mortalidad", cerró Bueno.