Rodríguez Larreta dijo que no comparte la restricción a la circulación, pero que la respetará

El jefe de Gobierno porteño habló, en una conferencia de prensa, sobre las nuevas limitaciones. La estrategia para el funcionamiento de los bares y restaurantes.

Horacio Rodríguez Larreta. TÉLAM Horacio Rodríguez Larreta. TÉLAM
08 Abril 2021

Dijo que no coincide con la decisión del presidente, Alberto Fernández, y creció la controversia. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aseguró que no está de acuerdo con la restricción a la circulación nocturna impuesta por el Gobierno nacional. Esa es una de las medidas para combatir la segunda ola de coronavirus. Sin embargo, Rodríguez Larreta aclaró que, más allá de su criterio, respetará la letra del decreto que se conocerá en las próximas horas.

En una conferencia de prensa realizada esta mañana en la sede del Gobierno porteño, el funcionario habló de las nuevas limitaciones. “Respecto a la restricción a la circulación, ya expresamos que no estamos de acuerdo porque está comprobado que circular al aire libre y con tapabocas no genera contagio”, señaló.

Concentraciones de gente

“Ahora, como toda norma, la vamos a respetar de acuerdo con el espíritu que nos manifestó el Gobierno nacional de que esta medida apunta a evitar las concentraciones de gente y no a quienes están volviendo a su casa o cumpliendo una función esencial”, remarcó.

Además, Rodríguez Larreta anunció cómo instrumentarán las medidas de cuidado en la Capital Federal. Para escalonar la movilidad de la mañana y que no se generen aglomeraciones entre trabajadores, estudiantes y docentes, aquellos comercios no esenciales van a abrir a las 10 de la mañana.

Detalló que los espectáculos masivos, como manifestó el Gobierno nacional, se van a reprogramar y van a cerrar los casinos y los bingos. "Vamos a impulsar nuevamente, el teletrabajo a quien pueda realizar sus tareas desde su casa", afirmó.

La polémica por los bares

El funcionamiento de la actividad gastronómica es la clave política para el Gobierno porteño. Rodríguez Larreta se mantuvo firme en su propuesta. El punto de división era saber si los bares debían cerrar a las 22 en punto. 

En este sentido, el Gobierno porteño le propuso al Gobierno nacional correr el plazo una hora más; es decir cerrar a las 23 los restaurantes y, una vez cumplido ese plazo perentorio, los clientes se podían quedar adentro del salón terminando la sobremesa.

Una hora más

La estrategia de Rodríguez Larreta ganó la pulseada, cuando la presidencia de la Nación aceptaron pasar el cierre de las 22 a las 23. Además acordaron que la circulación se clausuraba en la Ciudad de Buenos Aires a partir de las 00 de cada día.

Con esa herramienta le permite a los gastronómicos trabajar una hora más. Es decir, entre las 23 que cierran los restaurantes y las 00, todos los comensales terminan sus cenas y se marchan a sus casas. A la medianoche, minutos más o menos, la Ciudad de Buenos Aires debe ser un desierto. Finalmente, el presidente Alberto Fernández aceptó la contraoferta de Rodríguez Larreta.

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