Gaza, otra vez en llamas por la disputa entre Israel y Palestina

Israel declara toque de queda en la ciudad de Lod. Afirma que mató a 16 miembros del brazo armado de Hamas en ataques aéreos. Palestinos hicieron llover cohetes contra el estado judío.

ANTES Y DESPUÉS. Un edificio que fue destruido por los ataques aéreos israelíes Gaza. ANTES Y DESPUÉS. Un edificio que fue destruido por los ataques aéreos israelíes Gaza. REUTERS
13 Mayo 2021

LOD, Israel/FRANJA DE GAZA.- Con el cielo de Tel Aviv surcado por las luces de los cohetes, el ruido de los bombardeos en Gaza, el conflicto entre palestinos e israelíes toma impulso y se torna “incontrolable” en algunas ciudades. Ayer, por tercer día consecutivo, militantes en Gaza lanzaron cohetes contra Israel, y aviones israelíes dispararon misiles contra el territorio palestino.

Jerusalén fue otra vez escenario de disturbios, en un nuevo brote de violencia entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes. Las tensiones fueron elevadas en la ciudad santa durante el mes de ayuno musulmán del Ramadán, con enfrentamientos esporádicos y posibles desalojos de palestinos de hogares reclamados por colonos judíos en un caso judicial de larga duración que se suma a la fricción.

Al menos 53 personas han muerto en Gaza, entre ellos, una decena de niños, desde que la violencia estalló, el lunes. Otras seis fallecieron en Israel.

“Una nueva ola de violencia azota Israel y la Franja de Gaza, y la razón fundamental no cambia: el conflicto no resuelto entre judíos y árabes que ha arruinado y acabado con vidas palestinas e israelíes durante generaciones”, escribió Jeremy Bowen, editor de Medio Oriente para la cadena BBC. “Durante más de un siglo, judíos y árabes han luchado por dominar la tierra entre el río Jordán y el Mediterráneo. Israel ha infligido una serie de aplastantes derrotas a los palestinos desde que se creó como Estado en 1948, pero aún no se puede declarar vencedor”, añadió.

En la ciudad israelí de Lod, donde conviven cientos de personas de religión musulmana y judía, las represalias de árabes indignados a los ataques aéreos a Gaza se expresaron en el incendio a una sinagoga y en la quema de autos en las calles cercanas.

Para evitar más violencia en Lod, donde también se han producido agresiones de judíos a transeúntes árabes, la policía declaró el toque de queda nocturno y desplegó refuerzos fuertemente armados. En otras zonas, pobladas por el 21% de la minoría árabe de Israel, banderas palestinas ondeaban en los postes de electricidad y cientos de residentes participaban de las protestas, enfrentándose a la policía o a residentes judíos.

“Hemos perdido el control de la ciudad y de las calles", dijo el alcalde de Lod, Yair Revivo, luego de los enfrentamientos nocturnos en los que murió de un disparo un habitante árabe de la ciudad, asesinato por el que han sido detenidos dos sospechosos judíos.

Decenas de personas fueron detenidas en Lod y en otras ciudades de mayoría árabe del centro y el norte de Israel, entre ellas Umm al-Fahm, en la frontera con Cisjordania, y Jisr al-Zarqa, en la costa mediterránea. La minoría árabe de Israel -palestina por herencia, israelí por ciudadanía- desciende en su mayoría de los palestinos que vivieron bajo el dominio colonial otomano y luego británico. y que se quedaron en Israel tras la creación del país, en 1948. La mayoría de ellos son bilingües en árabe y hebreo, y se sienten emparentados con los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza ocupadas.

Ibrahim, concejal árabe del municipio de Lod, dijo: "Es un levantamiento que está ocurriendo en ciudades como Ramle, Lod, Jaffa, Acre y Haifa". Consideró que los sucesos de Gaza y Jerusalén marcan que se ha cruzado una “línea roja” para los árabes.

En la ciudad costera de Acre, Uri Buri, un restaurante de pescado de propiedad judía, fue incendiado y algunos residentes árabes dijeron que tenían miedo de salir de casa.

“Esto es sólo el principio”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu en un comunicado.

Egipto, Qatar y Naciones Unidas están intentando detener la escalada de violencia, que ya genera preocupación mundial. (Reuters-Especial)

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