Santiago del Estero parece estar blindada. La visita de la Selección se llevó toda la atención y desde el Gobierno provincial decidieron que su estadía debía ser bien tranquila.
Llegar a la vecina provincia no es algo sencillo, por lo menos para un turista común, en tiempos de pandemia, y mucho más en la antesala de un hecho histórico: el primer partido de la Selección jugando por Eliminatorias en el Norte de nuestro país.
Del puesto Yucu Yaco no pasa casi nadie. “Sólo personal esencial o turistas con reservas en algún hotel”, ordena el oficial a cargo del control.
A partir de ahí, las vallas son el objeto que más se ve hasta el hotel Termas Uno, el “búnker” elegido para cobijar a Lionel Messi y compañía.
Controles por aquí, requisitos por allá; acercarse a la concentración argentina no es tarea fácil.
El hotel está vallado de punta a punta y el personal de seguridad privada que llegó acompañando a la delegación, recorre toda la zona con mucha frecuencia.
Los futbolistas no salieron de los límites del predio del hotel cuatro estrellas. Llegaron anoche cerca de las 22, cenaron y se fueron a dormir. Hoy, un grupo de futbolistas aprovechó la soleada mañana y realizó tareas de activación, en un campo preparado especialmente para la ocasión.
El único que apareció en escena para la prensa fue Claudio Tapia. El presidente, acompañado por tres hombres de seguridad que lo seguían bien de cerca, cruzó una especie de puente que tiene el alojamiento que une una de las alas de las habitaciones y el comedor en donde, a las 12.30 estaba por servirse el almuerzo. “Chiqui” sólo miró de lejos y siguió su camino.
Luego de la siesta, el grupo se subirá a dos ómnibus ploteados con imágenes de la AFA para recorrer los 77 kilómetros que separan el hotel del estadio “Madre de Ciudades”. “Se montará un fuerte operativo para acompañar a la delegación”, le confiaron a LG Deportiva desde la Policía santiagueña.
En Santiago hacen bien los deberes. Quieren que la Selección se lleve el mejor recuerdo y demostrarle al país, y al mundo, que está en condiciones de ser sede de juegos de esta trascendencia.