Será en formato virtual, pero se concretará el encuentro al fin y al cabo. Eso es lo que mueve la realización del Octavo Festival Internacional de Teatro Mujeres a Escena, con base en la Sala Ross de Tucumán. En palabras de su organizadora, Viviana Perea, “implica y significa ‘resistir’ y seguir sintiéndonos vivos, capaces de crear, de generar y de compartir nuestras visiones del mundo, sus luchas y reivindicaciones, para poner en agenda a ‘las mujeres’ y todo lo que ello conlleva: violencias, formatos, moldes, roles a cumplir, necesidad de ruptura , de diálogo y, por qué no, de denuncia”.
“Este encuentro es la posibilidad de continuar en movimiento, en acción y visibilizando las producciones teatrales, los grupos que estudian, investigan ycrean y los teatristas en ellas involucrados. Se trazan redes; se amplía la posibilidad de público, de formación y de debate; se genera trabajo con la presentación del registro de las obras hechas previas o durante la pandemia y sus restricciones, ya conscientes de no contar con la presencialidad del público. Y desde la organización implica mucha dedicación y mucha pasión”, sostiene.
La imposibilidad de que la actividad sea presencial permitió multiplicar propuestas e incluir la mayor cantidad de elencos posibles en la grilla de espectáculos que se emitirán cada día.
“Muchas veces esa posibilidad se ve limitada por cuestiones económicas y terminamos quedándonos con las ganas de tener sus obras dentro de la programación. Ahora se amplía la convocatoria, lo que permitirá generar debates, conocer otras realidades y ver puntos en común de las mujeres del mundo. Siempre rescatamos la importancia de abordar diversas estéticas, géneros y poéticas apuntando a la diversidad”, explica.
La agenda de actividades se abre hoy a la 20.30 y terminará el domingo 27, disponible gratis través del canal propio de YouTube del festival. Todos los días habrá obras de elencos de Argentina, Perú, Colombia, Brasil, México, España y Dinamarca. Esta noche, a las 21, se podrá ver “Chocha de la vida” (ver “Chocha...”). Además se programaron talleres con la peruana Hildy Quintanilla; la tucumana María Teresa Montaldo y la brasileña Juliana Spínola; charlas con Fernanda Córdoba y con Carolina Pizarro (Odín Teatret) y la presentación de libro “Lo disperso reunido - 30 años de periodismo teatral”, de la catamarqueña Gabriela Borgna.
Experiencias a distancia
Sala Ross ya tiene experiencia en la virtualidad, con espectáculos estrenados el año pasado en las redes. “Fueron experiencias que demandaron mucho estudio, exploración, horas sentados, prueba y error, porque no es lo mismo una reunión virtual que actuar e intentar transmitir un hecho artístico a través de un dispositivo electrónico. Pero siempre existe la añoranza del reencontrarse: los actores y actrices siempre nos sentimos orgullosos del aquí y ahora, de resolver cualquier situación frente al público, de la adrenalina antes de salir a escena… Y de repente nos quedamos sin nada: sin el contacto con el partener, sin los aplausos, con las salas vacías, con los vestuarios y maquillajes guardados, sin saber que hacer… Tuvimos que reinventarnos. Lo bueno fue que se pudo llegar a otros públicos, y me emociona que producciones tucumanas sean vistas en otros países”, señala.
Perea reivindica que lo digital sea transitorio, como salida de coyuntura ante la crisis. Y considera que no es momento para debatir sobre si el teatro on line puede llamarse así o debería tener otra identidad: “un maestro nos dijo hace poco ‘es lo que se puede hacer ahora’, y confieso que me sentí aliviada ante tanto ‘es teatro’ o ‘no es teatro’.; necesitamos un tiempo de análisis, de reflexión para recién poder teorizar. Me parece apresurado y casi respondiendo a una lógica de mercado el querer definir ya un concepto y sacarlo a la venta. Aún estamos transitándolo, dejemos que fluya y luego pensaremos sobre el teatro de 2020 y 2021. Necesitamos distancia, hoy aún estamos en la tormenta”.
“Es preocupante que las salas sigan cerradas. Quienes vivimos del arte estamos en una situación crítica. El que vive el día a día de sus funciones, de su recital, de su baile… Los actores tuvimos un fuerte apoyo a través del INT, pero preocupa que se vea al teatro como algo peligroso. Cuando reabrimos la Sala Ross para funciones presenciales, lo hicimos con el mayor cuidado y responsabilidad, con inversiones para cumplir con todos los protocolos. Nadie salió a hacer funciones clandestinas, porque somos muy respetuosos del público y de los actores y actrices”, describe.
“Chocha de la vida”: una pasaya que no tiene miedo
Conchaparrón es una payasa que recorre los universos femeninos de la mujer a quien habita. En este trayecto tropieza con las culturas que imperan y dan sentido a lo que es y a lo que no es, y a lo que debería ser y no es. Sin miedos, prejuicios ni tapujos el personaje nombra, discierne y decide en la aventura de vivir. Habita el presente, disfruta los paisajes y transita nuevos caminos en los cuales pueda andar “Chocha de la vida”. Esta obra de Capital Federal abrirá esta noche a las 21 y por el canal de YouTube, el Festival Internacional Mujeres a Escena. La idea y actuación es de Agustina Arregui, con el aporte de dirección de Andrés Caputo.