Fórmula 1: todas las miradas puestas en el campeón

ERROR DE CÁLCULO. A Hamilton le fallaron los frenos por un error propio. En Francia, no tendrá margen para fallar. Twitter @LewisHamilton ERROR DE CÁLCULO. A Hamilton le fallaron los frenos por un error propio. En Francia, no tendrá margen para fallar. Twitter @LewisHamilton

La última fue una de las carreras más increíbles de la historia de la Fórmula 1. Faltando cinco vueltas, Max Verstappen lideraba tranquilo. Lo seguían su compañero, Sergio “Checo” Pérez, y Lewis Hamilton, que hacía lo posible por mantener cerca a los Red Bull. El ritmo de los pilotos de la bebida energizante era endemoniado y todo parecía que iba a terminar en una tarde feliz para ellos. De repente, las cámaras se posicionaron en el auto de Verstappen, que golpeaba descontrolado contra uno de los muros. El impacto fue a 340 km/h. Puedo decir con certeza que los 200 millones de personas que veíamos el Gran Premio de Azerbaiyán en vivo nos quedamos mudos frente al televisor. Nadie podía creerlo. El problema fue el mismo que había dejado afuera a Lance Stroll, el piloto de Aston Martin: la rueda trasera izquierda se pinchó y a esa velocidad es imposible mantener el auto estable. Los asistentes empezaron a mover las banderas amarillas y la dirección de carrera decretó rápidamente safety car seguido de bandera roja. La carrera quedó detenida. Los monoplazas se formaron del primero al último en el pit lane. Perez, Hamilton, Sebastian Vettel, Pierre Gasly, Charles Leclerc y Yuki Tsunoda eran los seis primeros.

El único piloto que se quedó los 20 minutos de carrera detenida dentro del auto, fue el alemán Vettel. Ni siquiera se sacó el casco. Máxima concentración para una oportunidad única: una carrera de dos vueltas con partida detenida. Los fanáticos de la máxima categoría íbamos a vivir algo único e inédito.

Al momento del relanzamiento, Lewis Hamilton le dijo a su equipo: “les recuerdo que esto es una maratón, por eso no seamos demasiado agresivos”. El director del equipo Mercedes, Toto Wolff, contestó: “Estoy totalmente de acuerdo contigo”. La situación era clara, debía asegurar la segunda posición antes de intentar ganar la carrera, ya que estos puntos le servían para volver a ser puntero del campeonato.

Increíblemente, hizo todo lo contrario. Las luces del semáforo se apagaron y el piloto britanico salió a fondo para pasar al mexicano, pero su entusiasmo fue tan grande que no llegó a frenar a tiempo para encarar la primera curva. Ante los ojos del mundo el Mercedes quedaba último y le dejaba servida la victoria a Red Bull.

La radio reprodujo un mensaje donde se escuchaba a Hamilton devastado: “lo siento mucho mucho, chicos”. Su ingeniero, Peter Bonnington, le respondió: “Todo está bien Lewis, todo está bien”. Al terminar la carrera, el heptacampeón le dijo a su equipo que creía saber que había causado el despiste: “¿Dejé ‘la magia’ puesta? Juraría que la apagué”. Se trata de un botón que activa “la magia de los frenos”. Está en la parte trasera del volante y es una herramienta para ayudar a generar calor rápidamente en los neumáticos delanteros. Lewis desactivó el sistema antes del relanzamiento, pero volvió a pulsarlo accidentalmente tras la partida. Eso cambió el equilibrio de los frenos, bloqueó el eje delantero y no tuvo freno antes de girar a la izquierda. Finalmente la victoria fue para “Checo” Pérez y el podio se completó con Vettel en Aston Martin y Pierre Gasly en Alpha Tauri. Hamilton terminó en P15. Le tomó 10 minutos salir del auto. Se quedó sentado con el casco puesto y la radio apagada.

Esta situación parece nueva y es que hace demasiado tiempo que Mercedes no fallaba en dos carreras seguidas. Este fin de semana se corre en Francia y deben conseguir un buen resultado. Una mala carrera puede complicarles el campeonato porque en F1 los errores siempre se pagan, con dinero o con puntos, pero ambos salen carísimos.

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