Cartas de lectores II: sistema previsional

26 Agosto 2021

Me refiero a lo expresado por la especialista en previsión social Dra. Salvatierra, publicado en LA GACETA del 11/04, “¿Hacia dónde se dirige nuestro sistema previsional?” No se trata de un movimiento espontáneo sino hacia dónde lo están llevando irresponsablemente los funcionarios encargados de administrar los recursos del sistema y tergiversando lo establecido legalmente; lo están llevando hacia el colapso, han convertido al sistema en un organismo de beneficencia con los recursos de terceros, malversación de fondos. Es correcto lo que manifiesta la Dra. Salvatierra, “al pagarse otras obligaciones previsionales sin aportes y distorsionando el sistema, hoy se está al borde del colapso”. Considero lo que la Dra. propone, “sistema complementario, seguro de vida o seguro de vida con ahorro” es decir más esfuerzo a quien cumple con la ley, o sea seguir dándoles queso a los ratones. En mi opinión -lo manifesté en reiteradas cartas por este generoso espacio-, nuestro sistema fue concebido aritméticamente sobre una proyección en el tiempo, de reparto y solidario; de ninguna manera se previó abonar beneficios sin contrapartida de aportes. Si bien constitucionalmente es potestad del Estado nacional otorgar jubilaciones y pensiones, art. 14 bis, sobreetendiéndose que se deben contemplar los recursos, ya sean del tesoro nacional, impuestos específicos, etc., considero que no hay futuro sin corregir el presente. Debemos bregar por afianzar e incrementar los objetivos que dieron origen al sistema previsional y siempre con miras a mejorar los ingresos del jubilado. Hoy lo que recibe se deteriora mes a mes. Y es falso que los últimos aumentos le ganaron a la inflación, que el índice general de precios difiere de la inflación núcleo, que incluye los alimentos y medicamentos en especial, estableciendo una diferencia en julio de 12.000 pesos de la canasta familiar. Los jubilados de menores haberes, en especial el mínimo, por tal deterioro no consumen carnes rojas (cuyo aumento mes calendario superó el 150%) y suprimen de su dieta el 50% de frutas y verduras, panificación un 50%, y solo consumen algunos cortes de cuarto de pollo o algún corte de carne de cerdo con un 70% de hueso. Y así otros alimentos que se privan de ingerir y así una gran incidencia de carbohidratos; de los lácteos lo único que pueden consumir es el queso fresco más bajo, no obstante haber sufrido un aumento del 150% año calendario. Todo ello en contra de lo establecido universalmente e incluido expresamente en la reforma de nuestra Constitución Nacional: los derechos humanos. El adulto mayor con el correr de los años sufrió un deterioro psicofísico lo cual se lo mitiga mejorando la calidad de vida, siendo por excelencia la alimentación, agregando vida a los años, no años a la vida, recordemos que el jubilado no tiene otra posibilidad de mejorar sus ingresos que no sea por el sistema previsional; justamente de ello se trata no es correcto que en un mismo sistema previsional existan sectores privilegiados, eliminados constitucionalmente art. 16. ¿Somos o no somos todos iguales ante la ley? Se han promulgado leyes que otorgan beneficios a uno y negados a otros por ej., 82% móvil, jubilaciones, haberes 100% y otros con tope; unos pagan impuestos a las ganancias y otros no. El haber recibido en diciembre ubicaba a la mayor parte de los jubilados en la línea de pobreza, hoy en la línea de indigencia y si sigue así la escalada de precios, de alimentos y medicamentos, en septiembre estarán rozando la línea de NBI (necesidades básicas insastifechas). Solo me resta apelar a Dios, única fuente de razón y justicia para que ilumine la mente de los funcionarios y busquen soluciones.

Juan Pablo Bernard


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