La tarea que realizan a diario los bomberos voluntarios es pocas veces reconocida. En el caso de Tucumán, son alrededor de 750 y arriesgan sus vidas ante cada emergencia, ya sean grandes incendios forestales o siniestros en domicilios particulares, así como accidentes de tránsito o algún tipo de urgencia doméstica. Para ellos ha sido de ayuda el subsidio otorgado ayer por la Provincia, aunque reconocieron que es insuficiente.
Representantes de la Agrupación 3 de Junio, que nuclea a 23 cuarteles de Bomberos Voluntarios de Tucumán, asistieron el lunes a la Casa de Gobierno, donde recibieron $ 1 millón para cada uno de ellos. Si bien esa entrada de dinero representa un aliciente ante un sinfín de necesidades en cuanto a equipamiento y refacciones, termina resultando poco.
El presidente de la agrupación, Hernán Rodríguez Salazar, explicó que llevan más de seis años esperando este subsidio, que estaba bloqueado, y recordó que realizaron varias medidas de fuerza a lo largo de ese tiempo para “tratar de llamar la atención de las autoridades”.
Pese a lo moderado del ingreso, los bomberos se fueron esperanzados tras haberse reunido con el Poder Ejecutivo ya que este se comprometió a trabajar en la reglamentación de los beneficios de la Ley 9.039, como una partida presupuestaria para las instituciones de bomberos, obra social y una pensión para el bombero que se retira con 25 años de servicio, entre otros. Aunque hasta ahora es solo una promesa.
Por otro lado, celebraron la promulgación de la adhesión de Tucumán a la ley de fortalecimiento de bomberos voluntarios de la República Argentina, mediante la cual estarán exentos de pagar servicios como luz, agua, gas, internet y telefonía en los cuarteles. Sin embargo, quedaron afuera otras ayudas como la eliminación del IVA para la compra de equipamientos.
Pero las necesidades abundan, aún por fuera de la Agrupación 3 de Junio. Un ejemplo es el caso de los voluntarios de Alderetes, que no pertenecen a ella. El auxiliar Ramón Melián destacó que llevan tres años sin recibir ningún subsidio del Estado y que la tarea se hace muy difícil de llevar adelante sin fondos. Dijo que solo cuentan con una mensualidad de $ 10.000 que les otorga el municipio para la carga de combustible, suma que resulta insuficiente para la cantidad de veces que necesitan trasladarse. Además, en la actualidad el camión más grande que tienen se encuentra fuera de servicio porque no hay dinero para comprarle cubiertas. “Estamos olvidados, nadie nos ayuda, andamos con la ropa rota, no tenemos guantes, salimos como podemos a responder las emergencias”, describió.
Lo que arriesgan cada día cuando salen a la calle a responder a las emergencias de la población es demasiado grande como para no tenerlos en cuenta. Lo reconoció el propio vicegobernador a cargo del Ejecutivo, Osvaldo Jaldo: “el personal voluntario está cumpliendo un rol importante cuidando la vida y los bienes de los tucumanos. Muchas veces carecen de elementos, depósitos, galpones, equipamiento y edificios. Permanentemente arriesgan sus vidas en incendios, inundaciones y accidentes de tránsito”.
Además del apoyo de los vecinos, necesitan contar con ayuda que sea permanente, sin tener que esperar años de burocracia para atender a las necesidades que requieren su trabajo. Urge que ciertos beneficios para estos bomberos dejen de ser una promesa.