El invierno está llegando: Kasparov anticipó la jugada de Putin en 2015

El ajedrecista oriundo de Azerbaiyán y activista de los derechos humanos había denunciado la complacencia de los líderes del mundo libre con el autócrata, y predicho las consecuencias de permitir sus avances. Lo registró en un libro.

HOY EN ESTADOS UNIDOS. Allí reside Kasparov, quien nació en la antigua URSS y la representó en el ajedrez. REUTERS HOY EN ESTADOS UNIDOS. Allí reside Kasparov, quien nació en la antigua URSS y la representó en el ajedrez. REUTERS

Vladimir Putin llevaba 15 años al frente del Estado ruso cuando Garry Kasparov “vio la jugada” que aquel terminó desplegando en 2022, en Ucrania. El maestro mundial de ajedrez predijo que el invierno estaba llegando en un libro que lleva ese título en inglés, “Winter is coming”. ¿Cuál era el objetivo del ensayo publicado en 2015? Que las potencias democráticas dejaran de rendir pleitesía y de subestimar a Putin, y que comenzaran a frenarlo antes de que aquel activara su arsenal contra el mundo. A nueve días de la última y más cruenta invasión rusa, y con la bomba atómica como amenaza tangible, causan asombro los párrafos premonitorios que redactó Kasparov, quien, por esa visión, volvió a ser protagonista de las noticias como en sus tiempos de infalible “jaqueador”.

“Putin se atornilló en el Kremlin, y hacia 2015 ya había atacado a Ucrania y anexado a Crimea. Antes, había invadido a otro miembro del vecindario, la República de Georgia. En los momentos previos a la inauguración de los Juegos Olímpicos en Sochi, en febrero de 2014, Putin fomentó una guerra en el este ucraniano (...). Mientras tanto, Rusia amenaza con apagar las chimeneas de Europa a las que abastece con gas y petróleo. Una mafia metafórica instalada con Putin como capo de todos los capos ha virado de ser una cleptocracia ideológicamente agnóstica a aplicar en forma descarada las tácticas y la propaganda fascista. El fantasma de la aniquilación nuclear ha retornado (...). La Rusia de Putin es claramente el riesgo más grande y peligroso para el mundo contemporáneo”, había resumido Kasparov, quien cambió el tablero, las negras y las blancas para luchar contra las tiranías en organizaciones como la Iniciativa para Renovar la Democracia y la Fundación por los Derechos Humanos.

Los acontecimientos acreditan que Kasparov falló en su intento de prevenir el desastre ucraniano. Su fama como astro del ajedrez no fue suficiente para llamar la atención de las potencias globales. El jugador oriundo de Bakú, Azerbaiyán, llegó a ser campeón soviético a los 12 años. Una década más tarde, Kasparov fue el número uno del mundo más joven de la historia. Defendió el título cinco veces, incluida una legendaria serie de partidos con su archirrival ruso, Anatoly Karpov. Aquel duelo sigue vigente, aunque en el escenario de la política internacional. Ocurre que Karpov se desempeña como diputado de la Duma y es un aliado estrecho de Putin (ver por separado).

“Winter is here”

“El invierno está llegando. Por qué Vladimir Putin y los enemigos del mundo libre deben ser detenidos” es el título completo en español de la obra de Kasparov, que está disponible en Mercado Libre con el idioma original a partir de los $ 4.600. El texto explica por qué el autócrata ruso debía ser considerado la principal amenaza para el orden internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial y la caída del Muro de Berlín. Se trata de un libro dedicado a Boris Nemtsov, político opositor a Putin asesinado en 2015, en el centro de Moscú.

El ajedrecista, y compañero de protestas de Nemtsov y del disidente encarcelado, Alexei Navalny, postula en aquellas páginas cómo el acceso al Kremlin en 2000 del ex agente de la KGB disolvió el espíritu reformista emanado una década antes de la Perestroika conducida por Mijail Gorbachov y de la disolución de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). “La estatua de Félix Dzerzhinski (fundador de la policía secreta bolchevique) fue derribada, pero no la represión totalitaria que aquella representaba: esto es lo que ha vuelto a nacer en la persona de Putin”, había advertido Kasparov.

En “Winter is coming”, Kasparov afirmaba que se estaba agotando el tiempo para impedir que la máxima autoridad rusa deviniera en un nuevo Josef Stalin o intentara erigirse en otro Adolf Hitler. “Por supuesto que Putin no es Hitler, pero hay que recordar que entre 1936 y, quizá, 1938, nadie imaginaba hasta dónde iba a llegar el nazismo (...). Putin, además, tiene algo que Hitler nunca poseyó: armas nucleares”, precisaba.

El campeón mundial de ajedrez no fue el único que vislumbró la deriva autoritaria de Rusia, pero sí el que con mayor vehemencia anticipó sus efectos deletéreos. “Si los líderes de los países libres toman conciencia ahora (por 2016), y se unen en un frente contra Putin mediante sanciones económicas; sustitución de las importaciones energéticas rusas; aislamiento diplomático y apoyo militar a las naciones de Europa del Este, podrán garantizar la seguridad y la paz”, había dicho.

Kasparov admitía que estaba haciendo una convocatoria horrorizado por los abusos de la élite rusa y la pasividad de los restantes actores del teatro internacional. “Putin siempre es rápido para explotar cualquier oportunidad que se le cruce para justificar sus modos autoritarios, pero en Occidente tienden a excusarlo y se resisten a llamarlo dictador”, había criticado el autor nacido en la antigua URSS. Siete años atrás, el activista de derechos humanos ya había llegado a la conclusión de que el jefe de Estado de Rusia no merecía las consideraciones que recibía de parte de sus pares democráticos, ni el beneficio de la duda. Kasparov había afirmado que Putin era un dictador y objetado que la prensa independiente evitara esa palabra. “Siempre hay un eufemismo o títulos políticamente correctos para Putin, los hermanos (Fidel y Raúl) Castro (Cuba), (Bashar) al-Assad (Siria) y hasta Kim Jong-un (Corea del Norte)”, había cuestionado.

El 24 de febrero pasado, día de inicio de la guerra en Ucrania, Kasparov tuiteó desde Estados Unidos, donde reside, que lamentaba haber tenido razón gracias “a Putin y a la apatía” del resto del planeta. El campeón de ajedrez evaluó que el libro entero había adquirido una dolorosa actualidad, pero seleccionó un pasaje para compartir con sus seguidores. En ese fragmento de 2015, el autor había advertido que Ucrania era el punto de inicio de la campaña imperial rusa: “los dictadores sólo paran cuando son parados. El triunfo de Putin en Ucrania sólo alimentará su apetito por más conquistas… La historia no termina, sino que transita en círculos. El fracaso en la defensa de Ucrania hoy es el mismo fracaso que los aliados sufrieron al perder Checoslovaquia en 1938. El mundo debe actuar ya mismo para que la Polonia del presente no ejerza la misma función que, con el nazismo, le tocó en 1939”. A la foto de la página, Kasparov añadió con ironía que estaba barajando escribir “Winter is here” (“El invierno ha llegado”) y subtitular la secuela con la leyenda “se los dije”.

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