Los gobernadores lanzan un claro mensaje: no al default

En las provincias hay temor de que, sin un entendimiento, se frenen la obra pública y el financiamiento de planes sociales. Mensajes para el kirchnerismo y para la oposición.

EN CASA ROSADA. El presidente Alberto Fernández recibió a los gobernadores, que reclaman el aval parlamentario al acuerdo con el FMI. EN CASA ROSADA. El presidente Alberto Fernández recibió a los gobernadores, que reclaman el aval parlamentario al acuerdo con el FMI.

Tal vez los una el espanto, pero en la vereda del frente no sólo está la oposición, sino compañeros de las mismas filas encolumnados en el kirchnerismo. Los gobernadores son conscientes que un escenario de default no contribuirá para que la Argentina salga del pozo económico y político en el que se encuentra. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) constituye una soga para tratar de volver a la superficie y enderezar el rumbo del país.

Catorce provincias le dieron ayer el respaldo al acuerdo con el organismo que el Gobierno nacional giró al Congreso para su tratamiento. Se espera que eso suceda el jueves. Una docena de gobernadores y dos vicegobernadores fueron a la Casa Rosada a expresar su apoyo al presidente Alberto Fernández, que viene reclamando el aval legislativo al convenio para refinanciar los casi $ 45.000 millones que la Argentina adeuda al FMI.

Con la movida de ayer, el mensaje en bloque apuntó tanto a los halcones de la oposición como a los kirchneristas que han expresado sus reparos a la firma del nuevo entendimiento, al considerar que aparejará más ajuste. Los gobernadores peronistas, entre ellos el tucumano Osvaldo Jaldo, han dejado en claro que no quieren que la Argentina ingrese en un nuevo default (cesación de pagos) porque, más temprano que tarde, las provincias pagarán los platos rotos, ya sea a través de una menor asistencia para atención social a la población más vulnerable o con una drástica disminución en el ritmo de la obra pública, dos cuestiones que -en gran medida- se atienden con financiamiento del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. También hay jurisdicciones que necesitan, imperiosamente, del entendimiento para no sufrir las consecuencias de un encarecimiento de los créditos tomados en moneda extranjera (no es el caso de Tucumán).

El jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, tomaron la posta para profundizar las negociaciones en busca de más apoyos institucionales al acuerdo en medio de las internas políticas. Ayer llamó la atención que, con tantos gobernadores en Buenos Aires, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro no estuviera ni en la Casa Rosada ni en el Congreso acompañándolos. El ministro camporista acompañó a su par de Agricultura, Julián Domínguez que, junto con los gobernadores de la Buenos Aires, Axel Kicillof, y de Santa Fe, Omar Perotti, de la apertura de la Expoagro 2022 “Edición YPF AGRO” en San Nicolás. Otro dato llamativo: Kicillof no fue parte de la cumbre, mientras que Perotti sí se dio tiempo para acompañar el reclamo de su colegas.

La oposición también dio su mensaje a través del jujeño Gerardo Morales. “De acá tenemos que salir con la ley impidiendo el default, porque el default va a complicar la economía”, expresó Morales, que fue aplaudido por los diputados de casi todas las bancadas reunidos en el anexo C de la Cámara Baja.

La carrera es contrarreloj. El Gobierno intenta obtener dictamen de mayoría para que el acuerdo sea tratado mañana mismo en el recinto de Diputados. El 22 de este mes opera un vencimiento por U$S 3.200 millones. El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, advirtió en su presentación en el Congreso que para mantener la negociación, el país no puede incumplir una obligación en condición regular con el organismo.

Si las tratativas no prosperan se caerá toda la operación porque, según la Casa Rosada, así lo establece el estatuto del FMI, que no permite firmar programas con países que estén en default con préstamos otorgado.

Los gobernadores le plantearon a Massa la necesidad de que el acuerdo sea aprobado y que se convierta en ley. Claro que ese no será el único escollo; el texto debería ir luego al Senado, presidido por Cristina Fernández de Kirchner. Por eso, los mandatarios se comprometieron a hablar con los legisladores de sus provincias; manifestaron su voluntad de estar en el recinto el día de la sesión si es necesario y reafianzaron el impacto de la economía real que tendría un default en sus distritos.

El lado “B” de las negociaciones son las metas que impone el organismo. Algunas de ellas serán de impacto directo en las arcas provinciales, como la merma de los giros discrecionales de recursos a los distritos del interior, algo que inquieta a más de un gobernador. Por las dudas, Jaldo hizo saber que los acuerdos que Tucumán ha firmado con la Nación están fuera de la discusión futura. No tienen efecto retroactivo, ya que las obras prometidas se harán, argumentó ante LA GACETA.

Revalúo de inmuebles: una meta que viene desde el Consenso Fiscal

El Consenso Fiscal firmado a fines de diciembre entre la Nación y las provincias ha sido un anticipo acerca de las metas establecidas por el FMI. “Es necesario consolidar instrumentos que procuren la redistribución de la carga impositiva de manera tal que tengan mayor incidencia los impuestos patrimoniales y puedan compensarse las eventuales reducciones de la recaudación proveniente de la imposición sobre las actividades productivas y el consumo, a la vez que se posibilite la sustentabilidad de las cuentas públicas”. “Las valuaciones fiscales de los inmuebles urbanos del país el 5% del valor real. Vamos a trabajar para que se vayan acercando de manera progresiva al valor de mercado”, indicó ayer la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. Para septiembre se espera otro revalúo en las propiedades. En Tucumán, el último ha sido mayor al 30%.

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