El impacto de la guerra en la economía de América Latina

El precio de los productos primarios alcanza niveles récord, mientras que la cadena de abastecimiento de Ucrania se desmorona.

TRIGO. Rusia y Ucrania son proveedores de muchos países. reuters TRIGO. Rusia y Ucrania son proveedores de muchos países. reuters
19 Marzo 2022

El sistema de abastecimiento de alimentos de Ucrania se está desmoronando bajo la invasión de Rusia, que va dejando a su paso edificios destruidos y negocios cada vez más vacíos, y ya hay una preocupación seria por el precio de los alimentos en la agenda de Naciones Unidas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que el mundo debe actuar para evitar un “huracán de hambre y un colapso del sistema alimentario mundial”. Guterres volvió a decir que el índice mundial de precios de los alimentos, tal como los registra la ONU, está en el nivel más alto de la historia y que los 45 países menos desarrollados del mundo importan al menos un tercio de su trigo de Ucrania o Rusia.

La incógnita ahora es como y en que medida afectara a América Latina, una de las regiones mas vulnerables del mundo a la inseguridad alimentaria.

Ucrania es considerada el granero de Europa, ya que produce cereales y aceites comestibles, a partir de cultivos como el girasol. Ahora, el precio del trigo ha aumentado un 24%, ha llevado los precios a niveles récord y, con ello, presionado a los países que dependen del grano de Ucrania.

El coordinador del Programa Mundial de Alimentos, Jakob Kern, aseguró que los incrementos en los precios internacionales generados por el conflicto, una vez trasladados a los mercados domésticos, limitarán el acceso a los alimentos.

“El movimiento de productos se ha ralentizado por la inseguridad y la renuencia de los conductores”, insistió.

El PM, que alimenta a la población en zonas de crisis mundial, también compra casi la mitad de su trigo a Ucrania. Kern afirmó que la guerra ya ha hecho subir los precios mundiales a un máximo histórico y podría causar “hambre colateral” en los países pobres de todo el mundo.

Lo que se decida en el Kremlin sobre el avance de los tanques de guerra y los bombardeos en Ucrania tiene repercusiones humanitarias a 20 horas de vuelo, al otro lado del Atlántico, en Bogotá, en Caracas o en Lima.

El economista Ramón Casilda Béjar, especialista en negocios iberoamericanos, señalo que, a casi un mes del inicio de la invasión rusa de Ucrania, en América Latina cunden el temor a la inflación, a la escasez de fertilizantes, a la suba de precios del combustible, a la ausencia de turistas rusos en Cuba y República Dominicana, y hasta a que países como Colombia queden sin ayuda financiera para atender a los refugiados de Venezuela.

El grado de dependencia de la energía importada será fundamental para saber que tan afectada va a ser la economía de cada país, explica el profesor Casilda. Otros efectos colaterales de la guerra en Ucrania serán la inflación y devaluación por la subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Como agravante, sobrevuela el endeudamiento al que obligó el coronavirus y la alta informalidad de la mayoría de las economías latinoamericanas.

El volumen de negocios de Rusia con América Latina es bajo en comparación con otras regiones del mundo, pero hay sectores productivos mas afectados por la guerra.

Moscú y Kiev compraban casi la cuarta parte de las bananas que exporta Ecuador, pero con la devaluación de la moneda rusa y el descalabro económico, temen consecuencias para su negocio.

Brasil importa cada vez más fertilizantes para sembrar soja y otros productos agrícolas. Sus dos grandes proveedores son Rusia y China y, si se quedan solo con uno, tendrán dificultades para conseguir el producto.

En los últimos días el fabricante brasileño Embraer anunció que suspende su servicio de mantenimiento, reparación de piezas y soporte técnico en Rusia, mientras que el mexicano Grupo Bimbo, una de las panificadoras más grandes del mundo, dijo que ha suspendido las ventas de sus productos en Rusia, así como las inversiones en ese país, consigno la cadena británica BBC.

La mayor parte de las exportaciones rusas a América Latina llegan a Brasil y México, las dos mayores economías de la región. El año pasado los principales productos que Rusia le vendió a América Latina fueron fertilizantes, acero, petróleo refinado y las vacunas Sputnik. Los productos más exportados a Rusia desde la región son frutas, verduras, carnes y pescado.

El impacto de la guerra no es directo, está más relacionado con los efectos de esta crisis en la economía global, señala Daniel Kerner, director para América Latina de Eurasia Group, una consultora de análisis político y económico. El aumento de la inflación es uno de los mayores efectos indirectos de la guerra en América Latina, dice Kerner.

Aunque suban los precios de los commodities, viene acompañada de inflación y de bajo crecimiento económico, dice Gilberto García, economista en jefe del Observatorio de Complejidad Económica,

Incluso para aquellos países que exportan petróleo, por ejemplo, los beneficios a mediano plazo se pueden evaporar, considerando que cuando sube el crudo en los mercados internacionales, se produce un efecto en toda la cadena productiva y eso hace que los productos que compra el consumidor final sean más caros.

Lo mismo con la comida: los que exportan soja a mejor precio, luego importan productos alimenticios más caros, explica.

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