Zelenski cosecha ovaciones con discursos cargados de guiños y memoria histórica
Una serie de exposiciones virtuales ante los integrantes de los poderes legislativos revela la capacidad de oratoria del presidente ucraniano. En el Congreso estadounidense, proyectó un video sobre la acción destructiva de Rusia.
Las fotos del Capitolio hablan por sí solas. Volodimir Zelenski aparece en la pantalla del auditorio del Congreso de la Nación estadounidense y los representantes del pueblo lo ovacionan de pie. Zelenski está vestido con una remera de mangas cortas verde oliva que exhibe como detalle una cruz a la altura del corazón. Es un contraste llamativo con su audiencia, que lleva trajes oscuros. Uno está en la trinchera de Ucrania, otros, en el ambiente confortable y “seguro” de Washington. Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Diputados, corta el aplauso con un “good morning, mister President!” (“¡buenos días, señor Presidente!”). La anfitriona de la transmisión enseguida advierte la presencia en el recinto de la embajadora ucraniana Oksana Markarova. Los congresistas se levantan de nuevo y la aplauden. Son gestos de apoyo para el pueblo que resiste la invasión del autócrata ruso Vladimir Putin. Pero el hombre del momento pide más: Zelenski dice que ningún ciudadano libre puede sentirse a salvo mientras caen las bombas sobre Kiev.
“No hemos pensado ni un segundo en rendirnos”, aseguró durante la conferencia virtual ante el Congreso de los Estados Unidos. Zelenski manifiesta que los ucranianos son valientes, aman la democracia, y están decididos a conservar su autonomía como país y nación: acumulan ocho años en una resistencia firme contra el Kremlin, que en 2014 anexionó la península de Crimea. “Los rusos no sólo están atacando a nuestra gente, a nuestra tierra y a nuestras ciudades, sino que llevan adelante una ofensiva brutal contra nuestros valores esenciales”, expresa.
El discurso está minado de evocaciones a la narrativa histórica estadounidense. Zelenski asegura que los ucranianos “tienen un sueño de libertad”, parafraseando al héroe de los derechos civiles, Martin Luther King. “Yo recuerdo el monumento del Monte Rushmore, donde están tallados los rostros de los padres fundadores de su patria (George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt). Ellos colocaron las bases para una convivencia democrática que proteja a los seres humanos respetuosos de la ley y de las libertades. Nosotros queremos lo mismo para Ucrania”, afirma el mandatario.
Zelenski avanza, y asegura que los estadounidenses están perfectamente capacitados para entender lo que le está pasando a su pueblo porque transitaron por el bombardeo de Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial y por el atentado terrorista que derribó las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. “¡Recuerden lo que les pasó!”, incita mientras rememora cómo seres inocentes murieron de la manera más inesperada. “Es lo que nos está ocurriendo ahora mismo a nosotros”, acota a continuación y lo define como “un terror” que Europa no ha visto en 80 años. “¿Es mucho pedir el establecimiento de una zona de exclusión aérea para que los rusos no nos maten?”, inquiere.
La zona de exclusión aérea es una demanda permanente de Zelenski rechazada por el Gobierno de Joe Biden y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con el argumento de que implica una agresión directa contra Rusia con potencial para mundializar la guerra.
“Si esto (la zona de exclusión aérea) es mucho pedir, les ofrezco una alternativa. Ustedes saben qué tipo de defensas necesitamos: aviones poderosos. Ustedes los tienen, pero están en la tierra, no en el cielo de Ucrania. Necesitamos que tomen una decisión al respecto”, expresa el Presidente. Se trata de otro punto de discrepancia entre Ucrania y sus aliados, que consideran que el aprovisionamiento de aeronaves de guerra podría servir como pretexto a Putin para ampliar la invasión y utilizar armas nucleares.
Zelenski agrega que si bien está agradecido con Biden y con el pueblo estadounidense por la ayuda que brindan, su país les pide que hagan más para detener la maquinaria de destrucción rusa. Y para despejar dudas sobre los efectos deletéreos de los ataques, el jefe de Estado ucraniano calla y comienza un video sobre la devastación lograda en tres semanas de ataques sin tregua. Es la primera vez que imágenes tan crudas de la violencia aparecen en una conferencia de este tipo. A esa altura, los congresistas estadounidenses lloran. Zelenski guarda un golpe final: en inglés -hasta entonces había hablado en ucraniano-, solicita a Biden que asuma el liderazgo global por la paz.
También Shakespeare
Las exposiciones remotas de Zelenski ante representantes de los pueblos solidarios con la causa ucraniana se están erigiendo en un acto político muy requerido. Hasta en la Argentina hay quienes se anotan para invitarlo al Congreso. Son discursos que invariablemente terminan con el lema de la nación invadida: “slava Ukrayini!” (“¡gloria para Ucrania!”). En los Estados Unidos, la tradición de oír a líderes extranjeros en el Capitolio comenzó en 1874 y se acentuó tras la Segunda Guerra Mundial. Según destacó The Washington Post, el miércoles pasado Zelenski se unió al elenco de figuras integrado por el primer ministro británico Winston Churchill, el héroe sudafricano Nelson Mandela, la canciller alemana Ángela Merkel, el papa Francisco y la reina Isabel II del Reino Unido.
Ex comediante televisivo y abogado, Zelenski ha desplegado un poder de comunicación basado en guiños cómplices, y la apelación a lugares e hitos históricos caros para sus audiencias. También esta semana, pero ante los parlamentarios canadienses reunidos en Ottawa, el mandatario ucraniano pidió a sus oyentes que imaginaran por un momento que las bombas no caían en las ciudades ucranianas, sino en Toronto, Vancouver y Edmonton. Sus palabras fueron recibidas con otra ovación, en este caso encabezada por el primer ministro Justin Trudeau. “Estás defendiendo el derecho de los ucranianos a elegir su propio futuro. Las democracias del mundo son afortunadas de tenerte de su lado como un campeón”, expresó Trudeau a su par ucraniano.
La serie de intervenciones de Zelenski hasta el momento privilegiaron al mundo anglosajón y al espacio europeo, que incluye a los países que más aportes hicieron para parar a Putin. En la transmisión del 1 de marzo en el Parlamento Europeo, la traducción reflejó el estado de ánimo de la sala: el intérprete de Zelenski se quebró en más de una oportunidad. El 8 de marzo, ante el Parlamento británico, el jefe de Estado parafraseó a Churchill y al maestro de la literatura en inglés, William Shakespeare. “Seguiremos luchando por nuestra tierra, cueste lo que cueste. Lucharemos en los bosques, en las costas y en las calles”, dijo Zelenski con las mismas palabras pronunciadas en el mismo lugar por el líder de la Segunda Guerra Mundial. Y agregó con una alusión a “Hamlet”: “la pregunta para nosotros ahora se resume en ser o no ser (ucranianos). Puedo darles una respuesta concluyente: definitivamente lo seremos”.